A más de un siglo de la insulina, ¿qué tan cerca estamos de una cura para la diabetes?

A más de un siglo de la insulina, ¿qué tan cerca estamos de una cura para la diabetes?

Foto: FreePik

El 11 de enero de 1922 marcó un parteaguas en la historia de la medicina. Ese día, la insulina se utilizó por primera vez para tratar la diabetes en un ser humano, salvando la vida de un niño de 14 años llamado Leonard Thompson en Toronto, Canadá. Desde entonces, este medicamento ha sido el principal tratamiento para un padecimiento que, hasta el 2022, ha afectado a más de 830 millones de personas en el mundo, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero, 103 años después, ¿qué tan lejos hemos llegado en la búsqueda de otras alternativas?

 

El impacto de la diabetes en el cuerpo

 

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en la sangre debido a la incapacidad del cuerpo para producir suficiente insulina o utilizarla de manera eficaz. La insulina, una hormona producida por el páncreas, es esencial para permitir que la glucosa entre en las células y se convierta en energía.

 

En personas con diabetes tipo 1, el sistema inmunológico ataca por error las células beta del páncreas, responsables de producir insulina. Por otro lado, la diabetes tipo 2, que representa más de 90 % de los casos, ocurre cuando el cuerpo desarrolla resistencia a la insulina o no produce suficiente para mantener niveles normales de glucosa.

 

Sin tratamiento, los niveles elevados de azúcar pueden dañar órganos vitales como el corazón, los riñones y los ojos, lo que lleva a complicaciones graves e incluso la muerte. De hecho, en 2020 en México, la diabetes fue la tercera causa principal de muerte, superada por el COVID 19 y las enfermedades del corazón, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicados en 2021.

 

¿Qué avances ha habido en los tratamientos?

 

Aunque la insulina sigue siendo el pilar del tratamiento para la diabetes, se han desarrollado alternativas y complementos en los últimos años.

 

Terapias avanzadas de insulina

 

Hoy en día, existen múltiples formas de insulina, incluidas versiones de acción rápida, intermedia y prolongada, que ofrecen mayor flexibilidad a los pacientes. Además, los sistemas de bombas de insulina y los dispositivos de monitoreo continuo de glucosa permiten un mejor control de los niveles de azúcar.

 

Medicamentos orales e inyectables

 

Para la diabetes tipo 2, se han introducido fármacos como los inhibidores denominados SGLT2 (por ejemplo, empagliflozina y dapagliflozina), que ayudan a los riñones a eliminar el exceso de glucosa, y los llamados agonistas de GLP-1 (como liraglutida), que mejoran la secreción de insulina y reducen el apetito.

 

Terapias celulares

 

Investigaciones recientes han explorado el uso de células madre para regenerar las células beta del páncreas. En 2021, la empresa Vertex Pharmaceuticals logró implantar células derivadas de células madre en un paciente con diabetes tipo 1, logrando que produzca insulina por sí mismo. Aunque los resultados son prometedores, esta técnica aún se encuentra en etapas experimentales.

 

Pancreas artificial

 

Este dispositivo combina un monitor continuo de glucosa con una bomba de insulina que administra automáticamente la cantidad necesaria de hormona en tiempo real. Aprobado recientemente por la FDA (Food and Drug Administration, que en español se traduce como la Administración de Alimentos y Medicamentos), el páncreas artificial promete mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.

 

Dieta y ejercicio como coadyuvantes

 

Aunque no son avances tecnológicos, los expertos enfatizan que una alimentación balanceada y la actividad física son fundamentales para controlar los niveles de glucosa.

 

¿Y las esperanzas de cura?

 

A pesar de los avances, no existe una cura definitiva para la diabetes. Los científicos trabajan en diversas áreas, desde terapias genéticas hasta vacunas preventivas, pero los obstáculos son significativos. La diabetes es una enfermedad compleja con múltiples factores genéticos y ambientales que influyen en su desarrollo. Encontrar una cura requiere entender y abordar cada uno de estos factores que la originan.

 

Mientras que la insulina sigue siendo un salvavidas para millones, los avances en tratamientos ofrecen nuevas esperanzas a los pacientes. Sin embargo, el acceso desigual a estas terapias es un desafío global. En países de ingresos bajos y medios, muchos pacientes no pueden permitirse la insulina básica, lo que subraya la necesidad de soluciones más accesibles.

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