El presidente de Argentina, Javier Milei, recibirá el próximo sábado en Buenos Aires al dirigente opositor venezolano Edmundo González Urrutia, confirmó el jueves a la Agencia Sputnik el portavoz del mandatario, Manuel Adorni. "Sí", respondió Adorni a la consulta de si el jefe de Estado recibiría el próximo sábado al excandidato presidencial venezolano, asilado en España desde septiembre pasado, en medio de nuevas tensiones entre Buenos Aires y Caracas.
La reunión de Milei con el opositor venezolano, quien reivindica su victoria sobre el presidente Nicolás Maduro en los comicios del pasado 28 de julio, agrega tensión a un conflicto diplomático que se agravó hace tres semanas con la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo.
El Ejecutivo argentino presentó el jueves una denuncia ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la detención arbitraria y la desaparición forzada de Gallo, procesado en Venezuela por supuestos vínculos con acciones terroristas tras su detención el pasado 8 de diciembre, luego de cruzar la frontera para ingresar a ese país.
La administración Milei ratificó el 7 de agosto que "el ganador indiscutido" de los comicios en Venezuela era González Urrutia, aunque el portavoz presidencial también declaró un día antes que su país no estaba en "condiciones" de reconocer al dirigente opositor como vencedor, dado que no había "pruebas que así lo avalen".
Venezuela celebró presidenciales el 28 de julio, en las cuales el presidente Maduro obtuvo el 51.95 por ciento de los votos, mientras que González, su más cercano contendiente, alcanzó el 43.18 por ciento de los sufragios, según el Consejo Nacional Electoral (CNE). La Plataforma Unitaria Democrática (PUD, centro) desconoció los resultados y divulgó actas del CNE que probarían que González fue el ganador de las elecciones.
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Numerosos países insisten en que el Gobierno de Venezuela presente las actas verificables mesa por mesa; por su parte, la administración de Maduro denuncia la injerencia en el proceso electoral desde el exterior. Argentina, junto a Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, la República Dominicana y Uruguay, se negó desde un principio a reconocer el triunfo de Maduro, lo que provocó por parte de Caracas el retiro inmediato de su personal diplomático en esas naciones y la expulsión de las misiones que esos países tenían en Venezuela.
El 5 de septiembre, la justicia venezolana dictó orden de detención contra González por la presunta comisión de los delitos de usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de leyes, conspiración, sabotaje a daños de sistemas y asociación.
El excandidato de la PUD, llegó a Madrid el 8 de septiembre, en calidad de asilado político, luego de que la administración de Maduro le otorgara un salvoconducto "en aras de la tranquilidad y paz política" del país.
