A tan solo un día de despedir el 2024, el mundo entero se prepara para recibir el Año Nuevo de la mejor manera posible y, aunque cada país tiene sus propias tradiciones para celebrar la llegada del 1 de enero, hay un lugar que destaca por encima de todos como el epicentro de esta fiesta global: el Times Square en Nueva York. Cada 31 de diciembre, la emblemática plaza se llena de miles de personas y millones más alrededor del mundo siguen el descenso de la famosa bola de cristal, un evento que, más de un siglo después, sigue siendo el símbolo de la transición hacia el nuevo año.
El origen de la tradición hace más de 100 años
La historia de esta tradición comienza en 1904, cuando el magnate de los periódicos Adolph Ochs, dueño del The New York Times, organizó la primera celebración de Año Nuevo en Times Square. Después de trasladar la sede de su periódico al edificio de Times Tower. Sin embargo, fue en 1907 cuando la tradición comenzó a ganar popularidad con la introducción de la famosa bola de cristal, diseñada por Jacob Starr, un inmigrante ucraniano y obrero metalúrgico.
En ese entonces, la bola pesaba 317 kilos y medía 5 pies de diámetro, cayendo segundos antes de las 12:00 de la noche en un espectáculo que marcaba la llegada del nuevo año. Actualmente, la bola de Times Square está hecha de cristal Waterford y está equipada con 32,256 LED programables que permiten crear una variedad de colores y patrones espectaculares.
La caída de la bola de cristal simboliza la esperanza, la renovación y el comienzo de un nuevo ciclo, convirtiéndose en un punto de unión para personas de todas partes del mundo. A lo largo de los años, artistas de renombre, como Beyoncé, Lady Gaga y Justin Timberlake han sido parte de las festividades, contribuyendo a que Times Square se mantenga como el lugar más emblemático para recibir el Año Nuevo a nivel global.
Otros destinos para la llegada de Año Nuevo
Sin embargo, Times Square no es el único lugar donde el Año Nuevo se celebra de manera espectacular. A lo largo del planeta, hay destinos que también se han ganado su lugar en la historia como los más emblemáticos para dar la bienvenida al 1 de enero.
Sydney, Australia: Año Nuevo bajo los fuegos artificiales
En el puerto de Sydney, el Año Nuevo se celebra con uno de los espectáculos pirotécnicos más impresionantes del mundo. Desde el emblemático Sydney Harbour Bridge, miles de fuegos artificiales iluminan el cielo, mientras que una gran multitud se reúne en la orilla para disfrutar del espectáculo
Río de Janeiro, Brasil
En Río de Janeiro, la playa de Copacabana es el lugar donde miles de personas se congregan para recibir el Año Nuevo. La tradición incluye vestirse de blanco, un símbolo de paz y esperanza. La celebración comienza con un ritual religioso en honor a Iemanjá, la diosa del mar, para luego dar paso a la fiesta con música, bailes y una gran muestra de fuegos artificiales sobre el océano Atlántico.
Londres, Reino Unido
En Londres, la llegada del Año Nuevo es sinónimo de la icónica cuenta regresiva en el reloj de Big Ben. Con el río Támesis como escenario, los fuegos artificiales estallan alrededor de la rueda de la fortuna London Eye, mientras millones de personas a nivel mundial observan el evento en vivo. La celebración está marcada por música, luces y un sentido de comunidad que atrae a miles de visitantes anualmente.
Madrid, España
En España, la celebración de Año Nuevo se centra en la Puerta del Sol de Madrid, donde miles de personas se reúnen para comer las 12 uvas “de la suerte”, una por cada campanada del reloj a medianoche. Esta tradición, que se remonta al siglo XIX, promete suerte para el nuevo año. Además, la fiesta se extiende con fuegos artificiales, música y celebraciones en toda la ciudad, convirtiéndola en uno de los destinos más populares para recibir el Año Nuevo en Europa.