Un infarto, también conocido como ataque cardíaco, es una emergencia médica que ocurre cuando el flujo sanguíneo al corazón se bloquea, causando daño a las células cardíacas. Es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, pero. si se actúa rápidamente, se puede salvar la vida de alguien que esté sufriendo un infarto.
Aunque no todos los infartos presentan síntomas claros, hay algunas sensaciones que pueden indicar que algo está mal. Algunas de las sensaciones más comunes que se experimentan antes de un infarto son:
- Dolor o presión en el pecho que puede irradiarse hacia el brazo izquierdo, la mandíbula, el cuello o la espalda
- Dificultad para respirar o sensación de ahogo
- Sudoración excesiva
- Náuseas o vómitos
- Mareos o sensación de desmayo
- Dolor o presión en la parte superior del abdomen
Si alguien está experimentando alguno de estos síntomas, es fundamental actuar rápidamente. El tiempo es crucial en estos casos, ya que cada minuto que pasa sin tratamiento puede causar más daño al corazón.
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Según la Asociación Americana del Corazón, si se actúa dentro de los primeros 60 minutos después de que comienzan los síntomas, se puede reducir significativamente el riesgo de muerte. Sin embargo, si se demora más de dos horas en buscar atención médica, el riesgo de muerte aumenta significativamente.
¿Qué hacer en caso de un infarto?
Si alguien está experimentando síntomas de un infarto, es fundamental seguir los siguientes pasos:
El primero es llamar al servicio de emergencias médicas para pedir ayuda. Es importante hacerlo lo antes posible, ya que cada minuto que pasa sin tratamiento puede causar más daño al corazón.
Mientras esperas la llegada de los servicios de emergencia, es importante mantener a la persona calmada y tranquila. Habla con ella de manera suave y tranquilizadora, y asegúrate de que esté sentada o acostada en una posición cómoda.
Desabrocha cualquier ropa ajustada alrededor del cuello o la zona del pecho. Esto puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y reducir la presión en el pecho.
No le des nada para beber o comer a la persona que está sufriendo un infarto. Esto puede empeorar la situación y causar más daño al corazón.
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No intentes mover a la persona que está sufriendo un infarto a menos que esté en peligro. Si es necesario moverla, hazlo con cuidado y suavidad, y asegúrate de que esté cómoda y segura.
Cuando lleguen los servicios de emergencia, proporciona toda la información que puedas sobre la persona que está sufriendo un infarto, incluyendo su edad, sexo, historial médico y cualquier medicamento que esté tomando.
Siguiendo estos pasos puedes ayudar a salvar la vida de alguien que está en peligro, pero hay que tener presente que cada minuto cuenta, así que no dudes en llamar al servicio de emergencias médicas si alguien está sufriendo un infarto.
