El impacto del cambio climático quedó evidenciado en 2024 con un promedio de 41 días adicionales de “calor peligroso” que afectó tanto la salud de los humanos como de los ecosistemas, según el primer informe anual elaborado por el grupo World Weather Attribution (WWA) y Climate Central. Este aumento se calculó comparando las temperaturas más altas registradas entre 1991 y 2020 con las del año en curso, y destaca cómo el calentamiento global intensificó los riesgos en todo el planeta.
El 22 de julio marcó un récord histórico como el día más caluroso registrado en la Tierra, superando al 21 de julio, que había establecido esta marca. Durante estos días, más de 5,300 millones de personas estuvieron expuestas a temperaturas extremas, siendo las regiones más cercanas al ecuador, especialmente los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS), las más afectadas, acumulando más de 130 días de calor extremo extra. En total, 18 de los 20 países con mayores impactos pertenecen a este grupo.
El documento también analiza la creciente frecuencia de fenómenos climáticos extremos en 2024, registrando un total de 219 eventos, incluidos 79 episodios de olas de calor, 54 inundaciones, 48 tormentas, 19 incendios forestales, 11 sequías y 8 olas de frío, muchos de ellos exacerbados por el fenómeno de El Niño. Además, se reportó que América y Asia fueron las regiones más afectadas, con 68 y 63 eventos respectivamente, seguidas por Europa, África y Oceanía.
Entre los casos más graves destacan las inundaciones en Sudán, Nigeria, Níger, Camerún y Chad, que figuran como las más mortíferas del año, con al menos 2,000 víctimas fatales y millones de desplazados.
Estados Unidos, el huracán “Helene” dejó más de 200 muertos en seis estados, mientras que la región amazónica enfrentó una intensa sequía acompañada de incendios forestales. En España, las lluvias extremas de finales de octubre, relacionadas con una DANA, dejaron más de 220 muertos y provocaron severos daños materiales.
Finalmente, el informe advierte que, si no se abandona de inmediato el consumo de los combustibles fósiles, el número de días de calor peligroso seguirá aumentando año tras año, agravando los riesgos para la salud pública y los ecosistemas.
Los expertos recomendaron que para 2025 se debe acelerar la transición hacia energías limpias, mejorar los sistemas de alerta temprana y garantizar informes en tiempo real de las muertes relacionadas con el calor. Además, señalaron la necesidad de financiar a los países en desarrollo para que puedan ser más resilientes frente a un futuro que promete condiciones climáticas aún más extremas.