Bastaron tres años para que el PAN en Puebla tocará fondo y se hundiera en el lodazal. En este lapso experimentó un declive sin precedentes en su historia. La dirigencia encabezada por Augusta Díaz de Rivera sumió al partido en una época de oscurantismo, que culminó este 15 de diciembre, después de que se cumpliera la reunión del Consejo Estatal para elegir al próximo dirigente.
Con una diferencia aplastante de 27 votos, la fórmula de Mario Riestra y Genoveva Huerta, con 70 sufragios, se levantó con el triunfo este domingo sobre la dupla integrada por Felipe Velázquez y Rocío Sánchez de la Vega, que apenas alcanzaron 43. Una planilla afín del Yunque y la dirigencia saliente.
Con el triunfo del exdiputado federal, se avecinan nuevos aires para el blanquiazul, nuevos retos y una nueva oportunidad para colocar al partido como una verdadera oposición en Puebla y convertirse nuevamente en una opción de peso para la sociedad, de cara a las elecciones del 2027.
Riestra encabezará la operación cicatriz, una vez que sea nombrado oficialmente como dirigente del Comité Directivo Estatal del PAN. Tendrá que aplicar la barredora para limpiar y arreglar todos los yerros que cometió la dirigencia saliente durante su gestión, entre las que destacan:
La gran derrota en las elecciones del 2 de junio
Sin duda, la joya de la corona de la desastrosa administración de Augusta Díaz de Rivera fue el resultado obtenido en las pasadas elecciones. Militantes del blanquiazul acusaron que la pérdida de identidad, tras su alianza con su acérrimo rival, el PRI, y la imposición de candidatos por parte de la dirigencia estatal fueron la causa de que el PAN sufriera una de las peores derrotas en su historia.
Falta de apoyo de la dirigencia durante las elecciones
Varios cuadros importantes dentro de las filas del partido señalaron que hubo una falta de apoyo total de parte de la dirigencia durante las elecciones. Acusaron su nulo respaldo, falta de presencia, cero identidad con la marca y abandono en los procesos de impugnación que los llevaron a la derrota en este 2024.
Renuncia y abandono de militantes
Uno de los golpes fuertes que se presentaron durante la pasada gestión fue la renuncia de uno de los cuadros más importantes del partido. Tras 40 años de militancia, Paco Fraile abandonaba las filas del blanquiazul, acusando lo que muchos se quejaban pero pocos lo hacían público: traiciones y engaños al interior del partido.
Pero lo mismo sucedió con otros personajes de la vida del blanquiazul, que optaron por abanderar los colores partidistas de otra institución, ante la falta de oportunidades. Por supuesto que este abandono significó la traición-diáspora de más de 690 militantes, entre los que destacan Jesús Giles, exdirigente estatal; María de la Barreda, hija de Paola Angón; Lizeth Minto, quien renunció al partido para formar parte de la planilla de la presidenta de San Pedro Cholula, Tonantzin Fernández, Antonio Leal, hijo de Guadalupe Leal, entre otros.
Malversación de más de 58 millones de pesos
La Unidad Técnica de Fiscalización del INE detectó un desfalco de más de 58 millones de pesos, que corresponden al ejercicio fiscal del 2023. De acuerdo con el reporte emitido por el organismo, la dirigencia no comprobó gastos de mantenimiento en la sede del partido, facturas que no fueron reportadas y manejo discrecional de cuotas.
Además, hay una sanción de 7.4 millones de pesos impuesta por la Sala Regional Ciudad de México del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), por diversas irregularidades en los informes de ingresos y gastos en el proceso electoral 2023-2024.
Divisionismo entre la militancia en el proceso interno
Augusta fue señalada una y mil veces de operar a favor del grupo de Eduardo Rivera, quien en un primer intento quiso postular a Adán Domínguez, fallido ex alcalde sustituto, para ocupar la dirigencia y continuar con el control del partido. Sin embargo, tras darse a conocer el hoyo financiero de 600 millones, postularon a Felipe Velázquez.
Además, también se le acusó de retrasar la convocatoria para elegir al próximo dirigente del PAN, mientras llevaba a cabo giras al interior del estado, para sostener reuniones con los integrantes de los comités municipales del blanquiazul en influir sobre ellos a favor de “su” grupo. Al final, como está visto, falló su estrategia y Mario Riestra se alzó triunfador.