El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue sometido en la madrugada de este martes a una operación por una hemorragia intracraneal, aunque según el equipo médico se encuentra en buen estado y ya habla y se alimenta con normalidad.
"El presidente evoluciona bien, ya llegó de la cirugía prácticamente despierto, fue extubado y ahora se encuentra estable, hablando normalmente, alimentándose y estará en observación en los próximos días", afirmó en rueda de prensa el médico Roberto Kalil, desde el Hospital Sirio Libanés de São Paulo.
Según Kalil, está previsto que Lula retome su agenda de trabajo en Brasilia a principios de la próxima semana, pero hasta entonces no recibirá visitas de trabajo en el hospital.
La noche del lunes, el presidente sintió unos fuertes dolores de cabeza y se dirigió al hospital Sirio Libanés de Brasilia, pero al constatar que se trataba de una hemorragia intracraneanal fue trasladado de urgencia en un avión militar hasta la sucursal de ese mismo hospital en São Paulo, donde fue operado durante dos horas.
Según el neurocirujano Marcos Stavale el sangrado estaba entre el cerebro y la meninges, debajo de una membrana llamada duramadre, por lo que no ha afectado al cerebro.
La hemorragia "fue eliminada y el cerebro está descomprimido y con las funciones neurológicas preservadas", afirmó.
Según los médicos, en el viaje de Brasilia a São Paulo Lula se encontró en todo momento consciente, lúcido y conversando.
El presidente brasileño permanecerá al menos 48 horas más en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), un plazo que es protocolario en este tipo de casos, según Kalil.