La discusión sobre las seudociencias sigue tomando fuerza en las redes sociales, particularmente tras las recientes acusaciones del popular youtuber “Mr. Doctor” hacia la grafóloga Marifer Centeno, a quien tildó de “charlatana” por ejercer una disciplina que muchos consideran cuestionable. La grafología, como otras prácticas, ha sido constantemente puesta en entredicho debido a la falta de evidencia científica que respalde su efectividad. Sin embargo, ¿qué tan influyentes son estas prácticas en la vida de las personas? ¿Por qué acuden a ellas y cuánto están dispuestos a pagar?
Las seudociencias son prácticas o disciplinas que se presentan como científicas pero que carecen de evidencia empírica y rigurosa que las respalde. A menudo, estas teorías y métodos no siguen el método científico ni están sujetos a pruebas controladas, lo que las hace susceptibles de ser catalogadas como fraudulentas o infundadas desde el punto de vista científico. Sin embargo, muchas personas siguen recurriendo a ellas debido a la percepción de que ofrecen soluciones rápidas o respuestas a problemas complejos.
Dentro de las seudociencias más conocidas se encuentran la grafología, que pretende analizar la personalidad de una persona a partir de su escritura; la iridología, que asocia los colores y marcas del iris con problemas de salud; y el Feng Shui, que basa su filosofía en la influencia de las energías en el entorno, sugiriendo que la disposición de los objetos en los espacios puede mejorar o deteriorar la vida de quienes los habitan.
Otras prácticas, como la homeopatía, los tarotistas y la astrología, también se incluyen en este campo. Si bien algunas personas encuentran consuelo o respuestas en estos métodos, los expertos en ciencias como la sicología y la medicina advierten que muchas de estas prácticas están más relacionadas con el efecto placebo que con efectos reales basados en la ciencia.
¿Cuánto cobran?
El costo de los servicios relacionados con las seudociencias varía ampliamente dependiendo de la práctica y de la popularidad del profesional. Por ejemplo, las consultas de grafología llevadas a cabo por figuras como Marifer Centeno pueden costar entre 500 y 4,500 pesos, dependiendo de la extensión del análisis y la fama del grafólogo.
En el caso del Feng Shui, las tarifas también varían según la complejidad del servicio. Si bien hay libros y consejos gratuitos disponibles en línea, los expertos en Feng Shui suelen cobrar entre 1,000 y 5,000 pesos por consulta, especialmente si implica la visita a un hogar para hacer recomendaciones sobre el acomodo de los muebles y la energía en el espacio. Los precios pueden aumentar si se trata de empresas o proyectos más grandes.
Las consultas con tarotistas o quienes practican la astrología pueden costar entre 200 y 1,000 pesos por una sesión individual, dependiendo de la duración y la reputación del tarotista o astrólogo. En la mayoría de los casos, las personas pagan por la sensación de encontrar respuestas a cuestiones existenciales o emocionales que les generan ansiedad o duda.
¿Qué opinan las personas al respecto?
En una entrevista, Ángeles Jiménez, de 49 años, compartió su perspectiva sobre las seudociencias. A pesar de rechazar la grafología de Centeno y otras prácticas como la iridología, es decir, la lectura del iris para diagnosticar problemas de salud, Jiménez expresó su creencia en el Feng Shui, una disciplina basada en las energías y el acomodo de objetos en el hogar. Para ella, el uso de plantas en ciertos lugares dentro de su casa podría influir en el bienestar de su familia. Aunque no ha asistido a una consulta formal de Feng Shui, está abierta a la idea de hacerlo en el futuro.
“Yo sí creo en el Feng Shui porque es algo que tiene que ver con las energías”, comentó Jiménez. Aunque también mostró cierto escepticismo frente a la grafología y otras prácticas, destacó que en la homeopatía también tiene creencia, aunque advirtió que los resultados son lentos y requieren mucha paciencia.
Por otro lado, Vivian de la Cruz expresó una opinión diferente respecto a la grafología. Aunque no la considera una ciencia exacta, la ve como una herramienta que puede ayudar a entender el carácter y la personalidad de una persona. “Es un apoyo, pero no creo que te ayude a bajar de peso, como dicen algunas personas”, señaló, con respecto a las declaraciones de Marifer Centeno al decir que escribir con tinta azul ayuda a este tema. En cuanto a otras prácticas como el tarot, Vivian admitió que alguna vez consultó a una amiga para saber más, pero destacó que no lo considera algo que guíe su vida. De hecho, la astrología, aunque la lee “por curiosidad”, no juega un papel fundamental en su día a día.
“Yo pienso que la mayoría de estas cosas son como un placebo; lo que realmente importa es la fe que le tengas a lo que estás haciendo. Es como las personas que se ponen un piercing para curar la migraña”, agregó.
De acuerdo con los entrevistados, la atracción por estas prácticas no siempre se basa en una creencia ferviente, sino en una esperanza de encontrar respuestas sencillas a las complicaciones de la vida diaria. Ya sea a través de la lectura de las estrellas o el acomodo de las plantas, el confort que brinda la sensación de control sobre el entorno parece ser un factor determinante.
Mientras tanto, el debate continúa. Las seudociencias seguirán siendo tema de discusión, polarizando a quienes las defienden y a quienes las rechazan. Lo que está claro es que, para muchos, estas prácticas siguen siendo una herramienta válida, aunque no necesariamente científica, en su vida cotidiana.