En días recientes, la presidenta Claudia Sheinbaum subrayó la profunda importancia de los trabajadores mexicanos para la economía de Estados Unidos. Con datos del Peterson Institute for International Economics, destacó que 80% de los salarios de los migrantes mexicanos se gasta en territorio estadounidense, y que su actividad laboral y consumo son esenciales para evitar una contracción de más de un punto porcentual del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense.
Este mensaje cobra mayor relevancia por la retórica antinmigrante y las políticas restrictivas que ha planteado Donald Trump, quien tomará protesta como presidente de Estados Unidos en enero próximo. Bajo este escenario, surge la pregunta ¿qué pasaría si los mexicanos desaparecieran de Estados Unidos? Esta idea fue explorada en la película “Un día sin mexicanos” del 2004, dirigida por Sergio Arau, la cual que plantea un panorama de caos sobre todo en el ámbito económico.
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Un día sin mexicanos
Esta película utiliza el humor y la sátira para abordar un tema serio: la dependencia de California en Estados Unidos hacia los latinos y, especialmente, los mexicanos. La trama imagina un escenario hipotético en el que, misteriosamente, toda la población latina desaparece del estado, lo que desencadena un caos social y económico.
En el desarrollo de la historia, la cinta sigue a varios personajes cuyas vidas se ven afectadas de maneras muy distintas por el fenómeno. Entre ellos, un senador con aspiraciones políticas ve en la tragedia una oportunidad para ganar popularidad y alcanzar el puesto de gobernador, aunque en el pasado había apoyado leyes antiinmigrantes. Por otro lado, Mary, una mujer anglosajona, lucha con la desaparición de su esposo latino y su pequeño hijo, mientras que, misteriosamente, su hija mayor se queda.
La narrativa también introduce a Lila Rodríguez, una periodista de ascendencia latina que, inexplicablemente, es la única persona de este origen que permanece en California. Su presencia y su sangre podrían ser clave para resolver el enigma y devolver a los latinos al estado.
Hacia el final de la película, el caos en California alcanza su punto máximo. Sin los latinos, sectores fundamentales como la agricultura, la limpieza, el cuidado doméstico y otros servicios esenciales colapsan. Las familias se enfrentan a la ausencia de sus seres queridos y la economía sufre un golpe devastador.
Sin una explicación clara, los latinos finalmente regresan, dejando un mensaje contundente: su ausencia pone en evidencia la dependencia económica y social hacia ellos, así como la hipocresía de quienes critican a los migrantes mientras se benefician de su trabajo.
¿Cómo surgió la idea?
En una entrevista publicada por el portal BBC Mundo, Sergio Arau, quien, al sentirse maltratado por el ambiente en California en los años 90, recibió la sugerencia de su esposa, Yareli Arizmendi, de crear algo que revalorizara la importancia de los latinos. Fue ella quien sugirió la idea de "Un día sin mexicanos", un concepto que surgió de su enojo por cómo se trataba a los migrantes y la mano de obra latina.
Datos y curiosidades
- La canción Frijolero de Molotov, con su mensaje irónico sobre la discriminación, forma parte del soundtrack.
- Aunque se planeó una secuela titulada Otro día sin mexicanos, esta nunca llegó a realizarse.
- La película inspiró un movimiento en 2006, dos años después de su estreno, cuando hubo una de las manifestaciones proinmigrantes más grandes en Los Ángeles. Muchas personas usaron camisetas con el logo de la película, pero con la frase “Un día sin inmigrantes”.