En días recientes, el enfrentamiento entre Maryfer Centeno, popular grafóloga, y Octavio Arroyo, conocido como "Mr. Doctor", ha generado un intenso debate en redes sociales sobre la legitimidad de la grafología y otras disciplinas que se consideran seudociencias. Este conflicto ha puesto bajo la lupa prácticas que se presentan con apariencia científica, pero carecen de un respaldo empírico sólido.
NO es libertad de expresión ES VIOLENCIA EN SU MAXIMA EXPRESIÓN @inmujeres pic.twitter.com/8X5VNhbaD1
— Maryfer Centeno (@Grafocafe) November 27, 2024
Más allá de este caso puntual, el fenómeno de las seudociencias ha ganado popularidad en el mundo actual, donde disciplinas como la astrología, el feng shui y la homeopatía cautivan a millones de personas al prometer respuestas rápidas o soluciones personalizadas. Sin embargo, detrás de esta aparente accesibilidad y atractivo, se esconden riesgos que pueden tener consecuencias negativas para quienes depositan su confianza en estas prácticas.
¿Qué es una seudociencia?
Las seudociencias son prácticas o teorías que, aunque se presentan como científicas, no siguen un método científico válido ni pueden ser verificadas de manera rigurosa. A diferencia de la ciencia que es falsable (es decir, puede ser refutada si se presentan pruebas en su contra), las seudociencias se basan en postulados que no resisten un análisis experimental y a menudo recurren a evidencia selectiva para justificar sus afirmaciones.
Un ejemplo claro es la grafología, que afirma analizar la personalidad de una persona a partir de su escritura. Aunque carece de respaldo empírico sólido, sigue siendo ampliamente practicada y aceptada por diversos sectores.
Las seudociencias se caracterizan principalmente por su falta de evidencia científica, ya que no se basan en estudios replicables ni en datos sólidos. A menudo, emplean un lenguaje técnico para aparentar legitimidad y dar la impresión de ser científicas, aunque sus fundamentos carecen de rigor. Además, dependen en gran medida de creencias, apelando a emociones, tradiciones o experiencias subjetivas, lo que las hace atractivas para quienes buscan respuestas inmediatas y fáciles.
Maryfer Centeno, la Marylin Cote de la grafologia. Se aprovecha de personas que se sienten desesperadas por bajar de peso y con su pseudociencia les promete cosas que no tienen relación una con la otra.
— Psi Quiero Puedo (@PsiQuieroPuedo) November 27, 2024
Ahora la grafología > nutrición?
No señor, vaya con gente especializada. pic.twitter.com/kGZd7TPe1b
Sus afirmaciones, al no ser verificables, no pueden ser sometidas a pruebas rigurosas, lo que dificulta cualquier intento de refutarlas.
Las seudociencias más populares
Astrología: Relaciona las posiciones de los astros con la personalidad y el destino.
Homeopatía: Propone curar enfermedades con dosis extremadamente diluidas de sustancias.
Feng Shui: Busca la armonización de espacios a través de la correcta circulación de energía.
Numerología: Atribuye significados místicos a los números en relación con la vida y el destino.
Iridología: Afirma que las enfermedades se reflejan en cambios en el iris del ojo.
Psicoanálisis: Aunque influyente, ha sido cuestionado por carecer de fundamentos replicables.
Quiromancia (lectura de manos): La lectura de las líneas de las manos como una guía del destino es otra práctica que ha sido popular por siglos, aunque carece de bases científicas.
¿Por qué la gente cree en las seudociencias?
La atracción hacia las seudociencias radica en varios factores, como:
Búsqueda de certezas: en un mundo complejo, las seudociencias ofrecen respuestas fáciles y comprensibles.
Validación emocional: estas creencias apelan a las emociones y al deseo humano de encontrar patrones y significados.
Desconfianza en la ciencia: algunos sectores desconfían de la ciencia oficial y prefieren alternativas que parecen más "humanas".
Marketing atractivo: las seudociencias suelen ser presentadas de forma accesible y atractiva, algo que a veces la ciencia no logra.