Un empresario esconde 3 mdd en objetos y deja pistas en su nuevo libro

El empresario Jon Collins-Black planeó una búsqueda del tesoro por Estados Unidos, donde escondió cinco cofres que contienen objetos valuados entre 2 y 3 millones de dólares. Entre las piezas escondidas hay objetos como un Casascius Bitcoin (el primer bitcoin físico), una esmeralda colombiana, una tarjeta del TCG Pokémon Shining Charizard de 2002, y varios artefactos históricos que recuperó de un naufragio.

De acuerdo con Collins, la idea le llegó durante la pandemia por covid-19, y utilizó sus ganancias en la criptomoneda para adquirir varias piezas en subastas y tiendas de antigüedades. Desde pequeño sintió pasión por juegos como “Dungeons & Dragons” y amaba la naturaleza de Carolina del Norte, donde creció. Además, le gustaba el famoso tesoro escondido por Forrest Fenn en las Montañas Rocosas, por lo que decidió crear una experiencia única para los aventureros modernos.

Los cinco cofres fueron distribuidos en diferentes estados, con la premisa de que no hay más de uno por estado y ninguno fue enterrado en terrenos privados o peligrosos. El mismo Collins recorrió más de 160 kilómetros para colocarlos personalmente y se aseguró de que se pueda acceder a ellos sin ninguna clase de equipo especial. Cada cofre es una caja de rompecabezas y contiene las instrucciones para abrirse.

“Definitivamente hubo un par de objetos en los que la gente decía: ‘¿Estas seguro de que quieres poner eso en el tesoro?’, pero al final del día, creo que simplemente me emocionaré por quien los encuentre”, comentó Collins.

Según Jon, la clave para encontrarlos está en un libro de su autoría llamado “There’s Treasure Inside”, el cual tiene pistas en sus capítulos, desde acertijos hasta juegos mentales que diseñó para desafiar a los lectores a pensar de forma creativa. “No necesitas ser un genio para resolverlos”, aseguró el autor.

A diferencia de otras búsquedas similares, Collins no quiere que sus tesoros se conviertan en un misterio para toda la vida, asegurando que si nadie los encuentra en un plazo de ocho a diez años, él mismo revelará más pistas.

Esta aventura comenzó el 12 de noviembre tras el lanzamiento de su libro. “No tengo un objeto favorito en el lote, pero tengo un cariño especial por la esmeralda, que es algo hermoso de contemplar. No quiero que el misterio de los tesoros me sobreviva”, comentó el autor.