Los padres de un estudiante de la escuela secundaria Hingham, en Estados Unidos, presentaron una demanda contra el personal de la institución y el comité escolar, después de que acusaran a su hijo de “hacer trampa” para un proyecto escolar mediante el uso de inteligencia artificial (IA).
De acuerdo con la escuela, el estudiante entregó un trabajo con citas ficticias y referencias a libros inexistentes, un fenómeno conocido como “alucinaciones” en la tecnología de IA. Y aunque la institución asegura que permite el uso de esta tecnología, determinaron que el proyecto del joven violó las políticas al presentar un trabajo enteramente generado con IA como propio.
El personal de la escuela asegura que mediante herramientas digitales pudieron determinar la inexistencia de la información citada en el proyecto. Además, precisaron que el estudiante entregó todo en menos de una hora, que al compararlo con las siete horas que tardaron los demás, resulta en un indicio que respalda la acusación.
Sin embargo, Dale y Jennifer Harris, padres del acusado, argumentaron en la demanda que la sanción es injusta, debido a que el manual de estudiantes no tiene reglas claras ni prohíbe el uso de inteligencia artificial. También solicitaron que se elimine la sanción del expediente del menor y se ajuste su calificación al trabajo entregado.
Por su parte, los funcionarios escolares defendieron la sanción, señalando que tanto las normas de honestidad académica, como el uso ético de la tecnología están implícitos en las políticas generales de la institución, interpretación que fue aceptada por las autoridades, rechazando la solicitud de demanda.
Paul Levenson, magistrado, determinó que a pesar de que no existen reglas explícitas sobre el uso de la IA, es claro que el contenido que entregó el estudiante contiene información errónea y fue creado con esta tecnología, violando por completo las normas de integridad académica.
Actualmente, algunas escuelas en Estados Unidos comenzaron a establecer políticas en cuanto al uso de la IA, tomando en cuenta la honestidad académica y evitando el uso irresponsable de estas herramientas.
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