El peso mexicano continúa en una tendencia bajista frente al dólar estadounidense, impulsada por factores internos y externos. Según Quásar Elizundia, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone, esta depreciación está vinculada a las crecientes tensiones geopolíticas y a las preocupaciones sobre la economía nacional, particularmente en el mercado laboral y las ventas minoristas.
En septiembre, las ventas al por menor mostraron un leve crecimiento mensual del 0.1 %, pero este avance no logró contrarrestar la caída anual del 1.5 %. Además, el empleo sectorial se redujo un 0.8 % interanual y un 0.4 % respecto al mes anterior, reflejando dificultades persistentes en sectores clave.
Elizundia señaló una desconexión notable entre el aumento de los salarios reales, que ha mejorado el poder adquisitivo, y el descenso en empleo y ventas. Este desequilibrio deja al peso expuesto a más presiones, especialmente en un entorno de debilidad económica.
Mientras algunos sectores, como las ventas en línea, por catálogo y de equipamiento para el hogar, mostraron un comportamiento positivo, otros, como bienes personales, sanidad, vehículos y combustibles, sufrieron caídas significativas. Estas tendencias reflejan un consumo más cauteloso y una incertidumbre económica latente.
El mercado financiero espera datos clave sobre crecimiento e inflación que se publicarán, los cuales podrían definir la dirección del peso en los próximos días. Según el análisis de Pepperstone, cifras económicas débiles podrían intensificar la depreciación de la moneda mexicana. (Notipress)