Un estudio a cargo del doctor Adam Rodman del Centro Médico Beth Israel Deaconess de Boston, reveló que la inteligencia artificial (IA) ChatGPT-4 de OpenAI supera a los médicos humanos en el diagnóstico de enfermedades basándose en historias clínicas de los pacientes.
A pesar de que se trata de un estudio experimental, este descubrimiento planteó varias dudas entre los profesionales de la salud en cuanto al proceso de diagnóstico y el papel de su profesión en el futuro con la integración de esta tecnología en el sector de la salud.
En el experimento se analizaron seis historias clínicas y participaron 50 médicos que se dividieron en tres grupos: médicos sin chatbot, médicos con ChatGPT-4 y ChatGPT como única entidad diagnóstica.
Our first RCT on using an LLM on diagnostic reasoning is out!
— Adam Rodman (@AdamRodmanMD) October 30, 2024
And the results are ????????️... adding ChatGPT did NOT improve diagnostic accuracy or reasoning, and the AI alone outperformed ALL the humans.
What does this mean? A ????⬇️https://t.co/MgkhrrkKmT
Con una sorprendente puntuación de 90 % de diagnósticos correctos, ChatGPT-4 triunfó sobre 76 % de médicos con acceso al chatbot que pudieron hacer un buen diagnóstico. Sin embargo, los médicos sin acceso a esta tecnología lograron 74 % de diagnósticos correctos, lo que demuestra que, a pesar de apoyarse en la tecnología, los médicos humanos no pueden igualar la precisión de una inteligencia artificial.
Uno de los hallazgos que sobresalieron en el experimento fue que los médicos se resistían a aceptar las sugerencias de la IA, sobre todo cuando contradecían sus diagnósticos. Dejando en evidencia que existe un sesgo cognitivo en común entre la comunidad médica, quienes se aferran a su criterio aún con los datos contradictorios.
De acuerdo con los expertos, esto demuestra que los profesionales de la salud no tienen formación sobre cómo pueden integrar de manera eficaz estas herramientas tecnológicas para mejorar sus prácticas como profesionales y aprovechar las ventajas de esta tecnología.
La integración de las herramientas de IA en el sector salud ayudará a resolver problemas de diagnósticos complejos. Sin embargo, requiere que los profesionales cambien su mentalidad y reciban una formación adecuada que maximice los beneficios de esta tecnología.