Olvidados de la Revolución, los héroes anónimos que forjaron la historia de México

Olvidados de la Revolución, los héroes anónimos que forjaron la historia de México

Foto: Freepik

La Revolución Mexicana fue uno de los conflictos armados más trascendentes en nuestro país, que surgió debido a la desigualdad económica, la opresión política y la injusticia social que prevalecían en el país durante el Porfiriato.

 

En este movimiento surgieron figuras como Francisco I. MaderoEmiliano ZapataPancho VillaVenustiano Carranza, entre otros. Sin embargo, hubo otros personajes que también tuvieron una participación importante en este episodio histórico y que casi nadie conoce.

 

Salvador Alvarado

 

Mejor conocido como "El general ilustrado", fue uno de los primeros en unirse al movimiento antirreeleccionista de Madero. Tras vencer a Abel Ortiz Argumedo, un general que había depuesto al gobernador carrancista de Yucatán, fue nombrado gobernador del estado. Su gobierno se caracterizó por impulsar el espíritu revolucionario y servir como antecedente de las normativas que introduciría la Constitución de 1917.

 

Después de ser exiliado por tener malas relaciones tanto con Carranza como con Madero, Alvarado regresó a México para unirse a la rebelión delahuertista. El general ilustrado terminó traicionado por la causa, y el 10 de junio de 1924 fue asesinado en el rancho "El Hormiguero".

 

Felipe Ángeles Ramírez

 

Ingresó en el Colegio Militar desde que era adolescente, aunque decidió dedicarse a la docencia al finalizar su formación. Sus ideales, apegados a las convicciones sociales y humanitarias, lo impulsaron a formar parte de la nación a favor del plan de Madero para derrocar a Porfirio Díaz.
Ángeles no estaba convencido con la rebelión de Zapata, pero el trágico asesinato de Madero lo llevó a apoyar la lucha constitucionalista.

 

 

Se unió a Pancho Villa y se desempeñó como un militar destacado, en especial durante la toma de Zacatecas. Se separó un tiempo de Villa y poco tiempo después fue traicionado por uno de sus compañeros y sometido a un consejo de guerra. Al ser encontrado culpable, Felipe Ángeles murió fusilado en noviembre de 1919.

 

Felipe Santiago Carrillo Puerto

 

Participó en la Revolución Mexicana dentro del movimiento zapatista, y en 1915 ya tenía el grado de coronel e integrante de la comisión agrarista del zapatismo. Sus grandes aportes a la sociedad fueron especialmente a nivel cultural y educativo. Fue el encargado de traducir al maya la Constitución de 1857 para divulgarla a buena parte de la población. Fundó la Universidad del Sureste y abrió escuelas, además de organizar campañas de alfabetización.

 

En 1923, siendo gobernador de Yucatán, fue derrocado por los rebeldes delahuertistas que intentaban hacerse con el control del país y que llegaron a dominar Yucatán. Tras su derrocamiento y captura, fue fusilado el 3 de enero de 1924 en el cementerio general de Mérida, junto con 11 personas, entre ellos algunos de sus hermanos.

 

 

Otilio Montaño Sánchez

 

La contribución de este personaje a la Revolución Mexicana fue más social que política, sosteniendo el ideal de que la lucha armada se hacía para conquistar libertades y reivindicar los derechos del pueblo mexicano, antes que para aupar a alguien al poder. En marzo de 1911 se sumó al movimiento maderista liderado por Emiliano Zapata, participando en el estado de Morelos junto con Amador Salazar. Redactó el Plan de Ayala y participó en la Junta Revolucionaria del Centro y Sur de la República.

 

Otilio Montaño fue fusilado el 18 de mayo de 1917 en la plaza principal de Tlaltizapán, estado de Morelos. Después, lo colgaron y le pusieron una leyenda avisando de pena de muerte para quien se atreviera a descolgarlo. Sus restos desaparecieron.

 

 

Antonio Caso

 

Su papel como crítico de la filosofía positivista, el pilar del gobierno de Porfirio Díaz, fue vital para debilitar la acción política del oaxaqueño. Junto a José Vasconcelos, fundó un grupo en el que se criticaba de manera abierta el positivismo del Porfiriato. "El Ateneo de la Juventud", como se hacía denominar el grupo, tenía el convencimiento de que el ser humano era un individuo moral y no solo fríamente racional.

 

Tras la caída del Porfiriato, Caso se desempeñó en varios puestos relacionados con la educación en nuestro país. Falleció el 6 de marzo de 1946. Sus restos se trasladaron a la Rotonda de las Personas Ilustres.

 

Dolores Jiménez y Muro

 

Sus labores como ideóloga de la época revolucionaria la convirtieron en una de las principales figuras intelectuales. Desde 1901, su participación en el Partido Liberal Mexicano la llevó a ser una de las redactoras del programa del partido. Gracias a la experiencia adquirida y a su formación como maestra, fue la autora del Plan Político y Social de Tacubaya y, posteriormente, del prólogo del Plan de Ayala.

 

Además de su lucha ideológica, también se enfocó en defender los derechos de las mujeres. Formó parte del periódico “La Mujer Mexicana” como editora y encabezó una protesta bajo el lema: “Es tiempo de que las mujeres mexicanas reconozcan que sus derechos y obligaciones van más allá del hogar”. Su activismo feminista provocó que fuera arrestada por el gobierno de Porfirio Díaz. Al término de la Revolución, se enfocó en los cargos que tenía en la SEP y reunió sus poemas en el libro “Rayo de Luz”.

 

 

Adela Velarde Pérez

 

Siendo aún adolescente se unió a las filas de la Revolución apoyando a la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca en labores de enfermería. Formó parte de la División del Norte del Ejército Constitucionalista y, posteriormente, se incorporó al Cuerpo de Ejército del Noreste. Se cree que ella fue quien dio nombre a las denominadas "adelitas", aquellas mujeres que se unieron en la lucha revolucionaria, especialmente curando a los heridos en la guerra.

 

El 22 de febrero de 1941, Velarde fue reconocida como "Veterana de la Revolución" por la Secretaría de Defensa Nacional mexicana y, según el Museo de la Mujer, fue nombrada miembro de la Legión de Honor Mexicana en 1962.

 

Petra Herrera

 

Esta soldadera participó en la Revolución Mexicana bajo el nombre masculino de Pedro Herrera, especialmente en sus inicios. Formó parte de la tropa de Pancho Villa, donde destacó por su fuerza y capacidad de liderazgo. A pesar de haber ganado batallas, cuando iba a ser nombrada generala, se descubrió que era mujer y Villa se negó a darle el honor, ocultando su participación en las tropas de la Revolución Mexicana. Entre sus actuaciones más destacadas figura la batalla de Torreón en 1914. Además, creó un ejército conformado por mujeres.

 

 

Tomás Garrido Canabal

 

Desde joven se opuso a la dictadura porfirista, siendo expulsado de la secundaria por participar en una manifestación en contra del gobernador Abraham Bandala. Formó parte del Ejército Constitucionalista desde 1913. Llegó a ser gobernador de Yucatán y de Tabasco. En el año 1920 participó en el Plan de Agua Prieta contra el entonces presidente Venustiano Carranza.

 

Luis Cabrera Lobato

 

Originario de Zacatlán, Puebla, dedicó su vida a la política, la abogacía y la escritura. En su labor como periodista, escribió artículos y ensayos sobre economía y política. Si bien no participó en la lucha armada, fue uno de los defensores más lúcidos de la Revolución Mexicana. Apoyó a Madero y, tras la muerte de este, secundó a Carranza. Una de sus acciones más destacadas fue la redacción de la Ley Agraria de 1915. Además, fue diputado al Congreso de la Unión de México.

 

Pascual Orozco Vázquez

 

Apoyó el Plan de San Luis desde su pueblo natal. Lideró las tropas revolucionarias en Chihuahua y colaboró en la toma de Ciudad Juárez. Después, se levantó en armas contra Madero por el incumplimiento de lo acordado en materia agraria y social en el Plan de San Luis. Más adelante, se uniría a Huerta tras la muerte de Madero.

 

 

José Vasconcelos Calderón

 

Fue un político, escritor y abogado que participó en el movimiento antirreeleccionista. Fundó el Partido Constitucionalista Progresista, fue director de la Escuela Nacional Preparatoria y de la Universidad Nacional. También ostentó el cargo de secretario de Educación Pública y dirigió la Biblioteca de México. Participó en el movimiento maderista de 1910 y apoyó a Carranza en su lucha contra Huerta.

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