Tras 65 años, las autoridades del condado de Ozaukee, en Wisconsin, anunciaron en sus redes sociales que lograron resolver el caso de la muerte de un niño de 7 años, el cual fue hallado en la alcantarilla en 1959.
El reporte policial confirma que el cuerpo hallado pertenecía a Chester Alfred Breiney, quien fue víctima de tortura y posteriormente fue asesinado por sus padres adoptivos. Según el documento oficial, a través de pruebas de genealogía se determinó que el ADN del cráneo del menor coincidía con el de la familia Breiney, en específico con su madre biológica, quien falleció en 2001.
Chester nació en 1952 e ingresó al orfanato Good Will Farm, donde vivió hasta el 24 de marzo de 1955, cuando el orfanato le asignó a William e Hilja Jutila como sus nuevos padres, adoptando el nombre de Markku Jutila.
Boy found dead in 1959 was beaten by parents, DNA test reveals. https://t.co/XWoN9dA2lm
— FoxNashville (@FOXNashville) November 8, 2024
(Photo: Ozaukee County Sheriff's Office) pic.twitter.com/bOHxCgeeWw
Tras la desaparición del menor, los familiares de la pareja los denunciaron por el paradero de su hijo adoptivo, por lo que fueron arrestados en marzo de 1966. Sin embargo, el caso fue desestimado ante la ausencia de pruebas que los relacionaran con el hallazgo del cuerpo.
Durante los exámenes siquiatricos, la pareja afirmó que su hijo había estado enfermo y lo encontraron muerto en su habitación. Debido al miedo que les causó hallazgo, decidieron dejar su hogar y mudarse de ciudad, abandonando el cuerpo del menor al costado de una carretera en el camino. Aunque finalmente, la madre confesó que había golpeado al niño en varias ocasiones hasta quitarle la vida.
El caso había estado archivado, hasta que el Departamento de Justicia de Wisconsin, en colaboración con el Laboratorio Criminalístico Estatal, decidieron investigar los restos del niño e identificarlo. Las autoridades determinaron que el niño pudo haber muerto por negligencia tras sufrir raquitismo y una fractura en las costillas.
“Aunque nadie será procesado por la muerte de Chester Alfred Breiney, Chester ahora puede descansar en paz, ya que se conoce la verdad sobre su muerte. Ningún niño debería abandonar esta Tierra como lo hizo Chester”, reza el comunicado de las autoridades, debido a que los Jutila murieron en 1988.