Las becas Benito Juárez, ¿están cumpliendo su objetivo?

Las becas Benito Juárez, ¿están cumpliendo su objetivo?

Foto: Freepik

Con el inicio del registro para la nueva beca universal de educación básica “Rita Cetina Gutiérrez”, destinada a los estudiantes de preescolar, primaria o secundaria de escuelas públicas en el país, surge una pregunta clave: ¿los jóvenes que reciben el apoyo de las Becas Benito Juárez, implementadas desde el sexenio pasado, destinan el dinero a fines educativos o lo emplean en otros gastos? Esta interrogante es aún más relevante ahora que se ha anunciado que la beca Rita Cetina Gutiérrez beneficiará a 5.6 millones de estudiantes en todo el país, ofreciendo un apoyo bimestral de 1,900 pesos por alumno.

 

A través de los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, llevada a cabo por el INEGI, podemos ver los patrones de consumo de los hogares beneficiarios de programas, pero sin antes recordar los montos actuales y oficiales de pago.

 

 

La Beca Benito Juárez se distribuye en diferentes niveles educativos y se paga de manera bimestral o mensual, dependiendo del tipo de educación.

 

Educación Básica y Media Superior:

 

  • Primer pago (enero 2024): Las familias con estudiantes de educación básica y media superior recibieron 920 pesos mensuales por alumno, lo que totalizó 5,520 pesos por seis meses.
  • Próximo pago (noviembre 2024): El pago será de 3,680 pesos por estudiante para los niveles de educación básica y media superior.

 

Los Resultados del Análisis

 

En Educación Básica destacan dos rubros principales: alimentos y transporte.

 

  • Gasto en alimentos, bebidas y tabaco: Este rubro representó más del 30 % del gasto total en todos los casos. Los hogares beneficiarios del programa destinaron el mayor porcentaje, 43.42 %, mientras que en el transporte y comunicaciones se reportó un gasto de 16.67 %.

 

 

Principales Hallazgos de Gasto en Educación Media Superior:

 

  • Educación (35.3 %): La mayor parte de la beca se destina a cubrir gastos educativos, como matrícula, colegiatura, materiales escolares, libros, uniformes y otros recursos relacionados con los estudios.
  • Alimentos y bebidas (15.8 %): Un porcentaje significativo se dedica a la compra de alimentos para el hogar, específicamente productos como carnes, frutas, lácteos y alimentos básicos. Este gasto también cubre los alimentos para el estudiante en la escuela o aquellos enviados desde casa.
  • Vestido y calzado (10.5 %): Este rubro representa un gasto anual en ropa y calzado, como camisas, pantalones, zapatos y otros artículos necesarios para el estudiante.
  • Ahorro (10.3 %): Aunque no se trata de un gasto directo, un porcentaje de la beca se guarda para imprevistos o futuras necesidades, como viajes, compras o situaciones de emergencia.
  • Comunicaciones (7.8 %): Este rubro incluye el gasto en recargas telefónicas, la compra de equipos de telefonía y computación, y otros servicios relacionados. La pandemia incrementó la necesidad de conectividad digital, por lo que muchos becarios y sus familias destinaron parte de la beca a este rubro.

 

 

En total, estos cinco rubros representan el 79.7 % de las menciones sobre el uso de la beca. Otros rubros incluyen:

 

  • Transporte (5.6 %): Gastos en transporte público o gasolina, dependiendo de la cercanía entre la escuela y el hogar del estudiante.
  • Cuidados personales (4.2 %): Productos de higiene personal, como champú, pasta dental, maquillaje, entre otros.
  • Salud (3.2 %): Consultas médicas, medicamentos y otros gastos relacionados con la salud.
  • Apoyo para otras personas (2.3 %): Algunos participantes mencionaron destinar parte de la beca a ayudar a familiares o amigos.
  • Esparcimiento, vivienda y otros (1 %): Gastos en entretenimiento, como cine, videojuegos, servicios de streaming, además de pagos de servicios, limpieza y productos de higiene del hogar.

 

Este análisis refleja cómo las becas para la educación básica, pero sobre todo en media superior, son una herramienta valiosa para apoyar a los estudiantes. También muestra que los rubros más comunes de gasto están orientados hacia necesidades cotidianas, como alimentos y vestimenta, además de algunos gastos no directamente relacionados con la educación.

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