Más de 16 millones de brasileños viven en "favelas", las barriadas informales y autoconstruidas por sus vecinos, según el censo del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), llevado a cabo hace dos años y cuyos datos se divulgaron el viernes. "El censo demográfico 2022 encontró 12,348 favelas y comunidades urbanas en Brasil, donde vivían 16,390,815 personas, lo que equivalía al 8.1 por ciento de la población del país", informó el referido organismo estatal en un comunicado.
La cifra representa un aumento notable respecto al censo anterior, de 2010, cuando se identificaron 6,329 favelas en las que vivían 11.4 millones de personas, el seis por ciento de la población brasileña ese año.
Sin embargo, el propio IBGE advierte que la comparación debe leerse "con cautela", porque el aumento puede deberse a la mejora tecnológica y en el perfeccionamiento de la captación de informaciones.
La mayor favela de Brasil es la de Rocinha, en Río de Janeiro (sureste), con 72,021 habitantes, seguida por Sol Nascente (en Brasilia, centro-oeste) con 70,908 y Paraisópolis (São Paulo, sureste), con 58,527 residentes.
Los datos del censo también muestran que en 2022 el agua corriente llegaba al 86.4 por ciento de las casas de las favelas, y el 74.6 por ciento de los domicilios estaban conectados a una red de alcantarillado. El número de iglesias en favelas de Brasil (50,934), en su mayoría de denominaciones evangélicas, es muy superior al de centros educativos (7,896) y de salud (2,792).