Durante los cuatro años que estuvo al frente de la presidencia de los Estados Unidos, al parecer Joe Biden se destacó por ser un personaje carrascaloso, intolerante y belicoso. Y es que, después del triunfo de Donald Trump en las pasadas elecciones, algunos países como México, China, Venezuela y Rusia, declararon estar en la mejor disposición de mejorar su relación con el país norteamericano.
Tras los resultados que colocan a Trump como el presidente electo de Estados Unidos, diversos líderes políticos de algunos países han expresado su deseo de entablar buenas relaciones con Washington.
Durante el mandato de Biden, la política exterior ha sido un tema complejo y controvertido, con diferentes enfoques y resultados en relación con distintos países, lo que ha provocado tener desencuentros con varios de ellos.
La relación con China ha sido un tema central en la política exterior de Biden, ya que ha continuado en gran medida el enfoque de Trump. Esto ha generado tensiones en relación con temas como el comercio, los derechos humanos y la seguridad regional. El presidente Biden, subrayó en alguna ocasión sus preocupaciones fundamentales sobre las prácticas económicas coercitivas e injustas de Pekín, la represión en Hong Kong, los abusos de los derechos humanos en Xinjiang y las acciones cada vez más autoritarias en la región, incluso hacia Taiwán.
En cuanto a la relación que ha mantenido con Rusia, ha sido tensa después de que Biden lanzó la mayor advertencia de un presidente de Estados Unidos a un mandatario ruso desde el fin de la Guerra Fría, al aludir a Vladimir Putin como un dictador y afirmar que debía pagar un precio por invadir Ucrania.
La relación con Venezuela ha sido complicada. A lo largo de los últimos dos años, los tratos entre ambos gobiernos han sido una constante montaña rusa de encuentros y desencuentros. Aunque, desde la llegada del chavismo al poder, el trato político no ha sido el mejor, quizás desde el periodo de Nicolás Maduro ha sido más notorio ese estira y afloja en las relaciones. Las complejas relaciones bilaterales entre Caracas y Washington se han caracterizado por periodos de tirantez y distensión. La política exterior venezolana hacia Estados Unidos ha girado en torno a una "diplomacia de micrófono" altisonante, conducida según los ánimos del jefe del Estado venezolano. En tanto la administración de Biden, en ocasiones ha mencionado que Maduro no es el líder legítimo de Venezuela.
Aunque ambos gobiernos aseguraban que la relación México - Estados Unidos pasaba por buenos momentos, las tensiones bilaterales se hicieron presentes a lo largo del sexenio de López Obrador. Muchas veces el expresidente de México acusó a Biden de entrometerse en asuntos del país, que incluso en una ocasión lo acusó de querer erigirse como juez del mundo.
De igual forma, Biden tuvo desencuentros con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, después de que el presidente estadounidense dijo que no suministraría armas que Israel pudiera utilizar para lanzar un asalto total sobre Rafah, el último gran bastión de Hamás en Gaza. Ante esto, Netanyahu mencionó que ha tenido varios desencuentros con Biden; sin embargo, prometió continuar las operaciones militares en Gaza, afirmando que su país estaba preparado para actuar en solitario si es necesario.