Demasiado bueno para ser cierto: así es el “síndrome del buen tipo”

Demasiado bueno para ser cierto: así es el “síndrome del buen tipo”

Foto: Freepik

El “síndrome del buen tipo” o del “chico bueno” es un patrón de comportamiento cada vez más visible en nuestra sociedad. Este síndrome se caracteriza por hombres que, bajo la apariencia de ser amables y atentos, en realidad buscan la validación y la gratitud de los demás, especialmente de las mujeres, como una forma de aprobación externa. Aunque a primera vista pueden parecer inofensivos o incluso agradables, muchos de estos “buenos tipos” desarrollan resentimiento cuando sus actos no son reconocidos o recompensados de la manera que esperan.

 

Puede que el síndrome del chico bueno o “nice guy” sea algo que simplemente se relacione con ser una buena persona, pero la realidad es que va mucho más allá. Y es que, según un artículo del portal Choosing Therapy, este comportamiento identifica a aquellas personas que rara vez son capaces de decir que no, que constantemente están desarrollando una reputación de "buena gente", pero que a menudo hacen esto, no por su tipo de personalidad, sino porque buscan algo a cambio y asocian el "portarse bien" con una forma de conseguir aquello que buscan.

 

Dicho síndrome es una dinámica de comportamiento en una relación de pareja en la que uno de los miembros tiende a complacer en exceso, evitar conflictos y poner las necesidades y deseos de la otra persona por encima de las suyas.

 

CARACTERÍSTICAS DEL “SÍNDROME DEL CHICO BUENO”

 

Complacencia excesiva: La persona busca agradar constantemente a su pareja, incluso si esto implica renunciar a sus propias necesidades o intereses.

 

Evasión de conflictos: El buen tipo tiende a evitar confrontaciones y se muestra sumiso en situaciones de desacuerdo, lo que puede dar la impresión de ser una persona pacífica y conciliadora.

 

Límites difusos: Quienes presentan este síndrome tienden a ceder fácilmente a los deseos o demandas de su pareja, sin establecer límites claros.

 

Baja autoestima y búsqueda de validación: Muchos “buenos tipos” tienen una autoestima frágil y ven en la aprobación de su pareja una forma de sostener su identidad y sentido de valía personal.

 

Miedo a la desaprobación: Las personas con este síndrome suelen temer profundamente el rechazo, lo que los lleva a hacer sacrificios que podrían afectar sus intereses personales o profesionales.

 

Falta de autonomía: A menudo, el "buen tipo" tiene dificultades para tomar decisiones sin la aprobación de su pareja, dependiendo de la validación externa para confiar en sí mismo

 

CONSECUENCIAS SOCIALES Y EFECTOS 

 

Este patrón tiene diversas consecuencias sociales, especialmente para las mujeres que se relacionan con hombres que presentan este síndrome. Las mujeres a menudo sienten una presión no deseada por “devolver” las atenciones que reciben, aun cuando estas no han sido solicitadas.

 

En ocasiones, estos hombres llegan a actuar de forma pasivo-agresiva cuando no obtienen la respuesta esperada, lo que puede llevar a manipulación emocional y frustración en las relaciones.

 

Identificar y entender este síndrome es un paso importante para fomentar relaciones más sanas y auténticas, donde la amabilidad no esté ligada a expectativas ocultas.

 

EJEMPLOS O CASOS DEL “SÍNDROME DEL CHICO BUENO”

 

Aunque oficialmente no han sido declarados con este síndrome, ciertas personalidades han destacado con dichas características o, inclusive, algunos personajes de series televisivas los presentan.

 

Ben Affleck: En algunas de sus relaciones, como las que sostuvo con Jennifer López y Jennifer Garner, ha mostrado un patrón de querer ser “el hombre perfecto” para cumplir con las expectativas de su pareja. En entrevistas, Affleck ha reconocido que su necesidad de ser aceptado y apreciado ha influido en sus decisiones, llevando a comportamientos de complacencia excesiva que a veces generan conflicto cuando las expectativas no son correspondidas como él espera.

 

 

Ed Sheeran: Aunque no existe un diagnóstico oficial, en entrevistas, Sheeran ha compartido experiencias en las que ha puesto a sus parejas por delante de sus propios deseos y se ha sentido herido al no recibir el afecto esperado a cambio. En algunas de sus canciones, menciona temas de sacrificio y dedicación extrema que pueden interpretarse como síntomas de una búsqueda constante de validación y reciprocidad en sus relaciones.

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