El 3 de noviembre se celebra el Día Internacional del Joyero y Relojero, con el objetivo de reconocer su importancia en la creación y conservación de piezas valiosas y significativas. Además, en este día, se busca destacar la importancia de la artesanía y el oficio, así como su contribución a la preservación de la cultura y la tradición.
Los joyeros y relojeros son artesanos altamente habilidosos que se especializan en el diseño, creación y reparación de joyas, relojes y otros objetos; sin embargo, con el paso de los años y la aparición en el mercado de nuevas tecnologías, este oficio ha ido perdiendo presencia poco a poco.
La afectación ha sido tal, que alcanza 70 % de impacto negativo por lo que muchos relojeros y joyeros se han visto en la necesidad de cerrar sus negocios y buscar nuevas formas de generar ingresos. Y es que, ante el auge de la tecnología, en donde los dispositivos van ganando terreno y en una sociedad cada vez más consumista que se inclina por adquirir productos desechables, ha provocado que estos negocios, que en antaño eran muy común concurridos, hayan bajado sus cortinas para siempre, haciendo más difícil localizar alguno.
En entrevista con Imagen Poblana, la dueña de una relojería y joyería, que prefirió omitir su nombre, recuerda que el conocimiento que tiene sobre este oficio lo adquirió gracias a su padre, quién desde que ella tenía 15 años comenzó a integrarla en el negocio familiar.
"Ya tengo 45 años de estar en este negocio, lo tengo por herencia de mi papá", aseveró nuestra entrevistada, quién recuerda con nostalgia que hace muchos años acudía mucha gente a reparar o a darle servicio a sus relojes mecánicos, situación que ha cambiado en la actualidad.
"Ha bajado un 70 %, también en las alhajas, antes se manejaba más el oro, pero la crisis y los asaltos la ha mermado mucho, ahora ya nada más vienen en baño de oro. Trabajar al 100 % el oro o la plata ya ha bajado mucho", aseguró.
Subrayó que el paso del tiempo y la evolución de la tecnología ha afectado considerablemente su negocio, recordando que los relojes mecánicos requerían de un servicio y mantenimiento como cuando un automóvil se lleva al taller, situación que ha cambiado, ya que los relojes de ahora, solo necesitan cambiar la pila para que nuevamente vuelvan a funcionar.
Dijo que antes se hacían reparaciones más detalladas, se cambiaban varios componentes del reloj como la platina, el tren de engranajes, la corona, entre otros. " Ahora, yo creo que ya todo es desechable, nada más cambian máquinas, desmontan y ya no es como antes; todavía hay relojes mecánicos, automáticos, pero ya hay muy pocos".
Y es que aseguró que actualmente ya pocas personas aprecian un reloj mecánico, los cuales al paso de los años ofrecen grandes ventajas, ya que con darle un buen servicio pueden funcionar sin problemas al menos tres años más antes de volverles a dar mantenimiento, mientras que un reloj de cuarzo o de pila solo dura un año la batería y en ocasiones, dependiendo de la calidad del reloj, muchos dejan de funcionar.
"Los relojes actuales ya no vienen para que se pueda hacer una reparación, ya vienen ensamblados nada más, ya no se pueden desatornillar, hacer un ajuste o cambiar alguna pieza y eso nos ha venido bajando el trabajo", lamentó.
Además, dijo que las personas actualmente han remplazado el reloj por el celular, incluso utilizándolo como su "reloj despertador". Sin embargo, aseguró que a pesar de todo este panorama que vive actualmente el negocio de la relojería, continuará ofreciendo el servicio para los clientes que aún la buscan, "porque es un negocio muy noble y me gusta el contacto con las personas".