La Catrina, imagen emblemática del Día de Muertos, es más que una simple figura; es una celebración de la vida y la muerte. Con su elegante vestimenta y su icónica calavera, nos recuerda que la muerte forma parte de nuestra existencia. Es un personaje complejo y lleno de significados que ha evolucionado a lo largo del tiempo para convertirse en un ícono cultural de México. Su historia es un reflejo de la historia del país y de su gente.
Antes de que se convirtiera en la figura que es actualmente, tiene sus orígenes en Mictecacíhuatl, la diosa azteca de la muerte. Era conocida por ser la figura femenina que actualmente rige el Día de Muertos a través de su representación en forma de esqueleto humano y vestida de gran señora, y a la que una vez al año se le hacía un sacrificio humano. Se cree que, una vez que una persona moría, esta se iba a cuatro lugares distintos, dependiendo de cuáles habían sido las circunstancias de su muerte. Al Tlalocan iban aquellos que habían muerto en el agua o si les había caído un rayo; al Mictlán iban si su deceso había tenido causas naturales; al Tonatiuhihuícac iban las mujeres que habían muerto en parto y los guerreros que derramaron su sangre en las filas de combate, y por último estaba el Chichihuacuauhco, al que iban los bebés que morían antes o durante el nacimiento.
La imagen como la conocemos hoy es una evolución de un personaje creado por el famoso caricaturista mexicano José Guadalupe Posada a principios del siglo XX. Sin embargo, la Catrina, como símbolo popular de la muerte, fue bautizada por el muralista Diego Rivera, ya que inicialmente era conocida como “La Calavera Garbancera,” por el título que le dio Posada al grabado en el que se representa a una mujer con atuendo muy fino, en franca burla a las clases más privilegiadas de México. Y es que antiguamente se le llamaba "garbancero" a todo aquel que, a pesar de tener sangre indígena, pretendía ser europeo y renegaba de su propia cultura.
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Pero aunque José Guadalupe Posada creó la ilustración original, Diego Rivera le dio a la Catrina su forma de cuerpo completo y consolidó aún más su lugar en la cultura mexicana, a través del mural “Sueño de una Tarde Dominical” en la Alameda Central, en el cual el pintor mexicano representó a esta figura con toda su elegancia, luciendo un vestido ornamentado y un gran sombrero de plumas. Esta representación rindió homenaje a la creación de Posada y conectó a la Catrina con las raíces indígenas de México al agregar una boa de plumas que representa a Quetzalcóatl, el dios serpiente azteca.
Con el paso de los años, la Catrina se ha consolidado como la figura icónica más importante del Día de Muertos; su imagen aparece desde las calaveras de azúcar y el papel picado hasta disfraces y pintura facial.
Datos que casi no se conocen sobre La Catrina
En 2016, México ganó dos puestos en el Guinness World Records al tener el mayor encuentro de personas disfrazadas de Catrinas y Catrines: 587 participantes en Mexicali y 865 en Guanajuato.
Los tatuajes de catrinas son los más usados por los mexicanos. Hay millones de diseños de catrinas que se pueden escoger e incluso combinarlos con multitud de elementos para crear un diseño único que se adapte a tu estilo.
Aunque su imagen se asocia mucho con el Día de Muertos, la Catrina hace referencia a muchas situaciones sociales de finales del siglo XIX y principios del XX, con un tono satírico del que no se salvaron ni Porfirio Díaz ni Emiliano Zapata.
Diego Rivera la bautizó como La #Catrina, aparece en su mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central" (1947) pic.twitter.com/ACYsg2qC0c
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En 2010, la Catrina cumplió 100 años de haber sido creada por José Guadalupe Posada, por lo cual se hizo un cortometraje alusivo al centenario, llamado “La Catrina en trajinera”. También, durante la final nacional de Nuestra Belleza México 2010, el traje típico ganador fue el de la Catrina, un llamativo traje de color fucsia, portado por Tiaré Oliva, representante del Estado de Sinaloa.
La versión original se hizo en un grabado de metal que actualmente se encuentra en el Museo Posada en Aguascalientes, México. La Catrina “original” está adornada solamente con un sombrero, enfatizando la pobreza y sus deseos de pertenecer a otra clase social. Aunque se identifica con el Día de Muertos, en su origen no tiene nada que ver.