Más de la mitad de las escuelas primarias y secundarias del tipo comunitario en México carecen de agua potable y lavamanos, y una de cada tres carece de electricidad, reportó este 28 de octubre el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social, el organismo del estado encargado de monitorear la política social en este país.
Las autoridades federales mexicanas dieron a conocer un estudio diagnóstico del derecho a la educación y una evaluación integral de la política social vinculada al derecho a la educación, en el que informó que el 14,8% de las escuelas indígenas y 6% de las telesecundarias también carecen de electricidad.
Además, según el Coneval, de la población hablante de lengua indígena en México, solo el 9,4% asistieron a educación superior, en comparación con el 35,9% de los jóvenes no hablantes de lengua indígena que sí lo hicieron.
Para corregir esta situación, el organismo recomendó al Gobierno federal rediseñar la política de infraestructura y establecer un organismo rector con las facultades para gestionar, supervisar y asegurar el cumplimiento de estándares establecidos.
También recomendó construir un plan a mediano y largo plazo de atención a las necesidades de infraestructura mediante un diagnóstico que permita identificar las carencias más urgentes y darles seguimiento y modificar el programa "La Escuela es Nuestra".
Este programa es la principal apuesta del Gobierno de México para atender las carencias de este tipo, y básicamente consisten en entregar directamente recursos a comités formados por maestros y padres de familia de cada escuela para que ellos decidan en qué invertir estos fondos.
De acuerdo con el Coneval, el Gobierno se debe asegurar que los recursos sean focalizados en aquellas escuelas con mayores deficiencias de infraestructura para la construcción, mantenimiento o rehabilitación de elementos esenciales como sanitarios, bebederos, aulas en óptimas condiciones, bibliotecas y aulas de cómputo.
Según el diagnóstico, México tiene un problema de bajos resultados educativos que se observan en las distintas pruebas de aprendizaje.
Por ejemplo, en la prueba PISA 2022, los estudiantes de 15 años obtuvieron 395 aciertos en matemáticas, 415 en lectura y 410 en ciencias, cifras por debajo de los promedios obtenidos por el conjunto de países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) (472, 476 y 485, respectivamente), de la cual México forma parte.
Además, señala que, en 2022, una de cada cinco personas presentaba rezago educativo, es decir, que no había concluido sus estudios de educación obligatoria. Asimismo, para este mismo año, el 46% de las personas con 65 años o más, 46,4% de la población hablante de lengua indígena, 44,8% de personas con discapacidad y 31,4% de los habitantes de localidades rurales tenían rezago educativo.
"Es importante mencionar que el rezago educativo se concentra en las mujeres hablantes de lengua indígena y las mujeres adultas mayores, de manera que este es un grupo de población debe ser atendido para reducir esta carencia", aseguró el organismo.