Médicos forenses reportaron el hallazgo de marcas en el cuello de la mujer estadounidense de 64 años que fue la primera persona en morir dentro de la cápsula de suicido asistido Sarco, también conocida como el “Tesla de la eutanasia”. Según los reportes, podría tratarse de una señal de estrangulamiento, por lo que los fiscales ahora consideran que pudo tratarse de un homicidio intencional. Sin embargo, hasta ahora, no se ha emitido un informe oficial de la autopsia ni se presentó alguna acusación pública contra Florian Willet, presidente de la compañía The Last Resort.
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De acuerdo con medios locales, el 23 de septiembre, la mujer se convirtió en la primera persona en usar la capsula de suicidio, la cual fue creada por el doctor Philip Nitschke para permitir una muerte rápida e indolora mediante la inhalación de nitrógeno, el cual reduce la cantidad de oxígeno en la cámara sellada.
Ese mismo día Willet fue arrestado junto con dos abogados de la empresa y un fotógrafo del periódico neerlandés Volkskrant. Y aunque tanto los abogados como el fotógrafo fueron liberados 48 horas después, Willet permanece detenido.
Grupos de defensa suspenden el uso de la "cápsula suicida" a la espera de la investigación penal suiza tras la muerte de una mujer no identificada de 64 años que el 23 de septiembre se convirtió en la primera persona en utilizar el dispositivo, conocido como "Sarco". pic.twitter.com/oqPtsnFWNQ
— Ahora en el Mundo (@ahoraenelmundo) October 7, 2024
La mujer padecía osteomielitis en la base del cráneo y sufría de dolores crónicos que la llevaron a considerar la eutanasia como opción desde hace dos años, decisión que fue respaldada por sus hijos. Tras su muerte, The Last Resort dio a conocer el fallecimiento a las autoridades, quienes arribaron dos horas después al bosque en el cantón suizo de Schaffhausen y hallaron el cuerpo.
Nitschke, presenció el evento de forma remota desde Alemania, y describió lo sucedido como “una muerte idílica y pacífica en un bosque suizo”, lo que generó polémica en redes sociales, sobre todo después de que Elisabeth Baume-Schneider, ministra del Interior suiza, indicara que este dispositivo podría ser ilegal en el país por no cumplir las leyes de seguridad y las regulaciones sobre el uso de sustancias químicas.
Según los medios, la eutanasia en una clínica suiza ronda los 13,000 dólares, mientras que la cápsula Sarco ofrece una alternativa de bajo costo, únicamente cubriendo el precio del nitrógeno y los costos funerarios.
