A 2 años sin horario de invierno, ¿algo cambió o seguimos igual?

A 2 años sin horario de invierno, ¿algo cambió o seguimos igual?

Foto: Freepik

El 30 de octubre de 2022, los mexicanos ajustaron sus relojes por última vez. Desde 1996, en algunas zonas del país se hacía el cambio de horario con el propósito de ahorrar energía, aprovechando mejor la luz natural para reducir el consumo de electricidad.

 

Esta medida generó diversas reacciones en contra, pues en otoño e invierno los días son más cortos y las noches más largas. Según la plataforma Weather Channel, en el mes de noviembre el amanecer ocurre en promedio a las 06:45 horas, mientras que el anochecer es a las 17:58 horas. Con estos parámetros, algunas personas argumentaban que los índices de delincuencia se incrementarían porque oscurece más temprano, lo que obligaba a usar la luz artificial desde muy temprano sin lograr un ahorro real de energía. También afirmaban que habría efectos adversos en la salud y el comportamiento, o que el gobierno estaba "robando" una hora de vida a los ciudadanos.

 

Muchos manifestaron su deseo de eliminar el cambio de horario. Sin embargo, el expresidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que los beneficios de este ajuste no eran lo suficientemente significativos, por lo que se unificó el horario a nivel nacional, exceptuando algunos estados cerca de la frontera con Estados Unidos.

 

A dos años de distancia, la extinción del cambio de horario en México ha tenido graves repercusiones. El índice de obesidad infantil continúa en aumento, pues la falta de horas de luz natural limita el tiempo para hacer actividades deportivas o recreativas al aire libre. Este factor, junto con otros, ha posicionado a México entre los primeros lugares en problemas de salud pública relacionados con la obesidad infantil.

 

Además, muchas mujeres han optado por no salir a ciertas horas de la tarde-noche debido al incremento de la inseguridad en diversas zonas del país. Las pandillas o jóvenes, aprovechando la oscuridad, asaltan a transeúntes en zonas con poca iluminación y menor presencia de seguridad.

 

El cambio de horario tampoco ha mostrado un impacto significativo en el consumo de energía en los hogares de México. Ahora, al ser las noches más largas, las familias encienden las luces desde más temprano. Uno de los argumentos de los senadores para eliminar los cambios de horario fue que el horario de verano generaba un ahorro de solo el 1 %; sin embargo, el FIDE desmintió esta versión, señalando que en 2018 se logró un ahorro de 945.29 gigavatios por hora (GWh), suficiente para abastecer el consumo de hasta 592,240 hogares durante un año.

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