El papa Francisco dio a conocer que se reducirán los salarios de los cardenales de la Curia romana como medida para mitigar el creciente déficit financiero de la Santa Sede. De acuerdo con Maximino Caballero Ledo, prefecto de Economía, a partir de noviembre se suspenderán los bonos por secretaría y asignación de oficina que los cardenales recibían mensualmente.
“Es necesario un mayor esfuerzo por parte de todos para que el ‘déficit cero’ no sea solo un objetivo teórico, sino una meta realmente alcanzable”, aseguró Francisco.
Esta medida forma parte de las acciones que el papa anunció para reducir el déficit, el cual alcanzó los 83 millones de euros en 2023, representando un incremento de cinco millones con respecto al 2022.
A través de una carta enviada a los miembros del colegio cardenalicio, Francisco instó a que se respalden las reformas de la Curia y se adopte una gestión más rigurosa y responsable para los recursos económicos, subrayando la importancia de no hacer gastos innecesarios y mantener las prioridades claras.
Sin embargo, el prefecto de Economía mencionó que no solo se harán recortes salariales, sino que también se implementarán “otras medidas” que requerirán que todos los miembros del clero colaboren. Asimismo, el papa aseguró que se tendrá que recurrir a “recursos externos” para poder financiar las oficinas y los dicasterios de la iglesia, señalando que la disminución en las donaciones de los fieles complica más la situación financiera.
De acuerdo con la Santa Sede, sus principales ingresos provienen de su patrimonio inmobiliario, los museos y las donaciones, incluyendo el Óbolo de San Pedro, que el año pasado generó 48.4 millones de euros, mismos que se destinaron a cubrir los gastos de la Curia.
El papa también destacó la “solidaridad de las buenas familias” como un modelo a seguir, haciendo un llamado a las entidades con superávit a contribuir para poder cubrir el déficit general. Finalmente, pidió a los miembros de la iglesia que apoyen con valentía y generosidad las reformas en curso, y que colaboren en el proceso de renovación con lealtad y compromiso hacia el bien común de la iglesia.
“Acepten este mensaje con valentía, espíritu de servicio y para apoyar las reformas en curso con convicción, lealtad y generosidad, contribuyendo proactivamente con sus conocimientos y experiencia al proceso de reforma. La colaboración auténtica y la cooperación hacia un único objetivo, el bien de la iglesia, es un requisito esencial de nuestro servicio”, concluyó Francisco.
