El Día de Muertos es una de las tradiciones más emblemáticas de México, celebrada a finales de octubre y principios de noviembre. Ante ello, en cada rincón de México, las familias se preparan para recibir a sus seres queridos creando altares llamativos, llenos de color, tradición y gastronomía relacionada a las personas que han partido.
Sin embargo, ante tal tradición, la duda está en cuánto cuesta honrar a los difuntos ya que, año tras año, suele subir el precio de ciertos insumos. Por ello, Imagen Poblana llevó a cabo un sondeo sobre el gasto que representa una ofrenda tradicional para todos aquellos quienes tienen el interés de mantener la tradición viva.
La ofrenda de Día de Muertos tiene comúnmente dos o tres niveles. En un altar de dos niveles, se representan la tierra y el cielo, mientras que en una de tres niveles se incluye el purgatorio. Cada nivel tiene un significado específico: el nivel superior es el hogar de los espíritus, donde se colocan las fotografías y objetos de los difuntos; el nivel medio representa la vida terrenal y contiene alimentos; y el nivel inferior, del purgatorio, se coloca normalmente flores de cempasúchil, tapete de aserrín e incienso en copal.
Teniendo esto como referente, se consideraron los siguientes elementos:
Flores de cempasúchil: entre 30 a 60 pesos por ramo o maceta
Pan de muerto: desde 20 a 100 pesos por pieza (dependiendo del tamaño o ingredientes)
Veladoras: entre 25 pesos cada unidad
Papel picado: 20 a 50 pesos (dependiendo de la cantidad y tamaño)
Copal: 50 pesos
Incienso: 10 pesos por paquete
Frutas, bebidas y alimentos: 500 pesos (con frutas como naranjas, guayabas y manzana, así como platillos como arroz, mole, café o chocolate, cerveza, guisados)
Dulces, extras de decoración y calaveritas de azúcar: entre los 10 a 80 pesos (dependiendo decoraciones y tamaño)
Aserrín de colores: 30 pesos por bolsa
De acuerdo a lo estimado, elaborar una ofrenda tradicional, estaría llevando un gasto entre los 800 y 1,200 pesos mexicanos, aunque claro, este costo siempre podrá aumentar dependiendo del tamaño de los elementos y su cantidad, e inclusive se podría agregar el lugar o la zona de adquisición.
Dejando detrás los costos, el Día de Muertos sigue siendo un momento para recordar y celebrar a los seres queridos que han partido y que además reúne a las familias conservando el legado tradicional para las siguientes generaciones.