El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia reportan que la pobreza en la población infantil y adolescente mostró una reducción de 6.8% de 2020 a 2022, debido a que la proporción de personas de hasta 17 años que se encuentran en esta situación bajó de 52.6% a 45.8%.
A juicio de ambas instituciones, una autónoma y la otra global, se trata del porcentaje más bajo desde 2008, aunque es superior a la proporción de población total que vive en pobreza en México, que en 2022 fue de 36.3%o; esto es, un nivel 7.6% más bajo respecto a 2020, cuando fue de 43.9%.
En el documento Pobreza infantil y adolescente en México, 2022, muestran que el porcentaje de niños, niñas y adolescentes que viven en pobreza es el más bajo desde 2008, el sexenio de Felipe Calderón –el señor que tenía como amigo, socio y confidente al narcotraficante Genaro García Luna, de acuerdo a sentencia judicial–, pues entre ese año y 2014, el nivel se mantuvo estable, en 53 puntos. Para 2016 bajó a 51.3%, y a 50.3% en 2018, pero en 2020, subió 2.3% por los efectos de la pandemia de covid-19.
A juicio de los estudiosos, “pobretólogos” los llamaba Andrés de la Garza Guerra, “los programas de protección social federales han contribuido a la reducción de la pobreza en años recientes”, los de Andrés Manuel López Obrador quien sigue cosechando triunfos y reconocimientos con su “Por el bien de todos, primero los pobres”, desde su retiro político en La Chingada, finca ubicada en Palenque Chiapas.
Sin embargo, el estudio advierte que el Estado mexicano “requiere promover acciones integrales para mejorar los niveles de bienestar”, y apunta que “Para mantener los esfuerzos de reducción de la pobreza, se requiere seguir ampliando los programas de protección social, especialmente aquellos dirigidos a hogares con niños, niñas y adolescentes, además de extender esfuerzos de generación de empleos formales, acceso a salarios más altos y sobre todo mejorar la cobertura y la calidad de los servicios, tanto de salud como de educación”. Justamente es en esos ámbitos en los que durante 2022-2024 concentró sus mejores esfuerzos y políticas públicas el gobierno de la Cuarta Transformación, incluido su “segundo piso“, a cargo de la presidenta (con A) Claudia Sheinbaum.
Lo cierto es que las tareas por realizar frente a la pobreza extrema y a secas son gigantesca por los rezagos acumulados durante 1982-2012, los del capitalismo salvaje, y desde antes. De allí que la doctora se fijó como meta sexenal sacar a 7 millones de paisanos de la miseria, hipócritamente llamada pobreza extrema para no lastimar los tímpanos exquisitos.
En la misma línea, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo dio a conocer que México se ubicó en el lugar 77 de un total de 193 países en el Índice de Desarrollo Humano, una mejora de 11 posiciones en los últimos 23 años, de acuerdo a su informe del 17 de octubre.
En el periodo 2000-2022, México mejoró en los indicadores de salud, educación y nivel de vida, que son los grandes rubros que componen el IDH. Entre 1990 y 2022, el valor del IDH de México cambió de 0.666 a 0.781, un aumento de 17.3%. Con el valor reportado para el último año, México retomó el nivel que tenía en 2019, antes de la pandemia de covid-19. Es el punto más elevado para el país desde que existe la medición. En 1995, cuando el país cayó en una crisis económica a raíz de la devaluación del peso, el IDH de México era de 0.678; en 2000 subió a 0.079 puntos.
Acuse de recibo
Algunos especialistas dicen que “Los sueños son una experiencia humana universal que puede describirse como un estado de conciencia caracterizado por acontecimientos sensoriales, cognitivos y emocionales durante el sueño”; además “representan deseos y anhelos inconscientes”… El hecho es que soñé a don Pablo González Casanova (11-II-1922-18-IV-2023), investigador al que respeto y aprecio mucho aunque mi trato personal no fue intenso, pero suficiente para soñarlo largo y tendido por primera vez, y acaso el subconsciente mandó un recordatorio… Como rector de la UNAM (mayo de 1970-diciembre de 1972) conversamos un par de ocasiones como parte de una delegación de tres y luego de dos dirigentes de la Juventud Comunista de México; en tanto que como gran investigador y académico que fue, tuve el honor de formar parte como ponente del seminario Democracia emergente y partidos y organizaciones políticas, organizado por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, la Universidad de las Naciones Unidas y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, realizado en mayo-agosto de 1984; y finalmente coordinar junto con Carlos Juárez Villalvazo la presentación, en el CEMOS, de La clase obrera en la historia de México, colección dirigida por el laureado intelectual, publicada por Siglo XXI Editores y el IIS de la UNAM, con la participación de cada uno de sus autores durante varios meses.
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