Nunca una administración municipal había dejado a Puebla capital tan deteriorada

Nunca una administración municipal había dejado a Puebla capital tan deteriorada

Foto: Enfoque

Es común que las vialidades de una ciudad lleguen a tener baches, y más aún, que se incremente el número de estos en época de lluvias. También es común que las autoridades no lleguen a darle cobertura total a todas las calles que están dañadas, ya que son kilómetros de carpeta asfáltica y el recurso, en ocasiones, no es suficiente. Incluso, es común que al término de una administración municipal se deje de prestar el servicio básico de bacheo por diversas razones.

 

Pero lo que no es común es el grado de abandono que un ayuntamiento puede provocar a los ciudadanos, dejando las calles, sin distinción de ubicación, totalmente arruinadas y deterioradas con una gran cantidad de baches de todos tamaños y profundidades, como en el caso de la administración saliente del interino Adán Domínguez Sánchez.

 

La ciudad de Puebla no había vivido una situación como la que vive actualmente en años, en donde un gobierno municipal, al final de su trienio, deje a la deriva un servicio tan básico y de gran importancia como es el de dotar de vialidades en óptimas condiciones a la ciudadanía. El grado de abandono es evidente en cualquier calle de la ciudad. No importa si son grandes vialidades o calles de colonias de toda la capital: del norte, del sur, del poniente o del oriente, todas presentan el mismo escenario.

 

Haciendo un análisis del trabajo ejecutado en este rubro por la administración saliente, que estuvo en manos de Adán Domínguez Sánchez, es importante precisar que en el mes de julio de este año, de acuerdo con la Secretaría de Movilidad e Infraestructura, se anunció que la inversión del programa de bacheo 2024 alcanzaría los 60 millones de pesos, y se pretendía culminar el programa en el mes de septiembre, garantizando calles más seguras para los vehículos particulares y el transporte público. Lo cierto es que la realidad es otra: hasta el gobierno del estado tuvo que entrar al rescate, anunciando una inversión de 50 millones de pesos para apaciguar un poco el daño.

 

El tema del crédito solicitado fue un caso controversial, que al final fue descubierto por la presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política en el Congreso de Puebla, Laura Artemisa García, al asegurar que Adán Domínguez sí consideró la contratación de un crédito de 600 millones de pesos para cubrir un déficit financiero en la administración municipal a siete días de concluir su mandato.

 

Además, según el exalcalde, dejaría poco más de 1,400 millones de pesos en las arcas municipales y una deuda con proveedores cercana a los 448.2 millones de pesos. Estas cifras no encajan con lo presupuestado por el gobierno municipal entrante, que proyectaba contar con recursos por más de 2,000 millones de pesos por concepto de recaudaciones de octubre a diciembre; sin embargo, solo alcanzará a reunir poco más de 1,400 millones de pesos, ya que el resto fue parte de un recurso del pago anticipado de predial que simplemente "desapareció". Además, solo hay 469 millones disponibles, los cuales ya están comprometidos.

 

Luis Banck

 

Otro alcalde interino emanado del PAN que transitó por el despacho municipal dejando tras su paso una mala gestión fue Luis Banck Serrato. En dos años al frente de la administración, se encargó de dejar en pésimas condiciones la infraestructura vial de la ciudad y con los índices de inseguridad a tope.

 

La cúpula panista no le perdona a Banck Serrato que la entonces candidata de Morena a presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, superara en los comicios por más de 90,000 votos al aspirante panista Eduardo Rivera Pérez, producto del mal gobierno que encabezó y que lo castigó en las urnas.

 

Durante su gestión, los índices de inseguridad se elevaron en la capital. De acuerdo con cifras del INEGI, ocho de cada diez poblanos consideraban que la capital era insegura durante el último año de gobierno del alcalde Luis Banck Serrato, cifra que aumentó 15 puntos porcentuales en el último año, es decir, de marzo de 2017 al mismo mes de 2018. La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana evidenció en 2018 que el indicador del 80.9 % que Puebla tenía era superior al 76.8 % del promedio nacional.

 

Fue una gestión caracterizada por balaceras entre el crimen organizado, ajustes de cuentas, el constante robo con violencia a transeúntes, al transporte público, a cuentahabientes y al comercio formal e informal. Incluso, en 2017 Puebla fue calificada como una ciudad que dejó de ser segura para vivir.

 

En el tema de infraestructura y servicios públicos, fue excesivo el deterioro en el que dejaron las calles de la capital, llenas de baches, con el asfalto en mal estado y con semáforos descompuestos. Y a pesar de haber implementado el seguro contra baches, que cubría daños hasta por 50,000 pesos, la realidad es que nunca funcionó, ya que solo era aplicable en determinadas avenidas y bajo estrictos requisitos y trámites demasiado engorrosos.

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