A pesar de que los perros no pueden hablar, tienen una gran capacidad para comunicarse con sus dueños a través de diferentes acciones, y una de las más comunes es el lamido. De acuerdo con los expertos, esta conducta está relacionada con el afecto y va más allá de un simple gesto de cariño, ya que tiene sus raíces en el instinto de mandada de estos animales.
De acuerdo al sitio LaRazon, desde que nacen, los cachorros reciben el primer lamido de su madre, un acto que no solo sirve para limpiarlos, sino que también les brinda tranquilidad y seguridad. De esta forma, el lamido se convierte en una forma de comunicación que los perros mantienen durante toda su vida para expresar diferentes necesidades y emociones.
Los expertos aseguran que entre los motivos más comunes por lo que los perros lamen a sus dueños están:
- Hambre: Si un perro se lame el hocico y te mira mientras comes, es probable que esté pidiendo algo de comida.
- Atracción por el sabor: El sabor salado del sudor humano puede atraer algunos a perros. También pueden lamer si perciben el sabor de alguna crema o loción en la piel.
- Mostrar respeto: Cuando un perro lame los pies de su dueño, es una señal de sumisión y respeto, reconociendo que el humano es su líder, tal como lo haría en una manada.
- Afecto: A pesar de que los lamidos se pueden interpretar como “besos”, en realidad es una forma de mostrar el afecto similar a la relación que tienen con su madre desde cachorros.
- Ansiedad: Cuando un perro se lame en repetidas ocasiones, significa que podría estar sufriendo de ansiedad o nerviosismo. En estos casos, es recomendable mantener su comportamiento en observación y consultar a un veterinario si el problema persiste.
Es importante establecer límites cuando el lamido se vuelve algo excesivo, por lo que ofrecer distracciones como juguetes puede ser una forma efectiva de control. Sin embargo, si el lamido se vuelve obsesivo, podría tratarse de un trastorno compulsivo, por lo que se deberá acudir con un especialista en comportamiento canino.
Finalmente, la doctora Sonya Krishnan advirtió que existe un riesgo para la salud cuando un perro lame ciertas partes del cuerpo humano, como la cara, ante la posible transmisión de bacterias.
