Diversos indicadores económicos recientes muestran un panorama desfavorable para el arranque del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, especialmente en lo referente al clima de negocios y la creación de empleo. Según datos del Banco de México, el optimismo empresarial cayó drásticamente en los meses recientes. En marzo de 2024, el 46% de los analistas económicos consideraban favorable el entorno para los negocios, mientras que en septiembre esa cifra se desplomó a solo un 5%.
Uno de los factores más alarmantes es el desplome del optimismo empresarial en el semestre reciente. La encuesta mensual realizada por el Banco de México a economistas revela que, de marzo a septiembre de 2023, el porcentaje de analistas que veían un panorama favorable para la inversión cayó de un 46% a apenas un 5%. Según Javier Garza Ramos, analista de Latinus, de la mitad que veía algo de promesa para la inversión, particularmente en el nearshoring, cayó a solo uno de cada veinte.
Paralelamente, la creación de empleos también mostró señales de debilidad. Septiembre de 2023 fue el peor en términos de generación de puestos de trabajo desde 2009, un periodo marcado por la crisis financiera global. Durante los primeros nueve meses de 2023, las cifras de empleo acumuladas fueron las más bajas desde el 2020, año de la pandemia de Covid-19. Este comportamiento refleja un estancamiento económico que recuerda a periodos de recesión más que a etapas de crecimiento sostenido. Por otro lado, el Estado de México desplazó a la Ciudad de México en generación de empleos y coloca a la entidad como la primera a nivel nacional.
A esta situación se suman las limitaciones fiscales que enfrentará el gobierno de Sheinbaum en 2024. Con un déficit fiscal estimado en casi el 6% del Producto Interno Bruto, el país tendrá menos margen para invertir en áreas clave como infraestructura y conectividad, esenciales para aprovechar oportunidades como el "nearshoring", una estrategia que busca atraer inversiones extranjeras mediante la reubicación de empresas. Sin embargo, esta oportunidad podría verse limitada por la falta de recursos suficientes para desarrollarla a gran escala. Aquí emerge el strategic shoring, una estrategia complementaria al nearshoring que podría dar oxígeno a la administración de Claudia Sheinbaum.
Las perspectivas de crecimiento para 2024 y 2025, ajustadas a la baja por instituciones como el Banco Mundial, auguran un periodo de dificultades. El desafío principal para Claudia Sheinbaum será encontrar maneras de estimular la economía sin generar un mayor déficit, mientras encuentra un equilibrio entre las inversiones en desarrollo y las restricciones presupuestarias. (NotiPress)