Paz y cooperación internacional, la fracasada misión de la ONU

Paz y cooperación internacional, la fracasada misión de la ONU

Foto: Xinhua

Expertos internacionales han señalado que el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está paralizado y es disfuncional, además de que la propia Asamblea General de este organismo es más una institución simbólica que una agencia ejecutiva, tras la invasión rusa de Ucrania hace dos años y ahora la guerra de Gaza.

 

Acusan, además, que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido sistemáticamente que se establezca un alto el fuego humanitario; sin embargo, estos llamados han sido ignorados por los protagonistas. Sin duda, esto pone de manifiesto la poca capacidad de la ONU para dirimir las disputas entre países y asegurar la paz, convirtiéndose en un actor cada vez más marginal y cuestionado. Incluso, algunos usuarios en redes sociales han acusado que no ha condenado todos los ataques de la misma forma o hasta pasan inadvertidos.

 

 

Pero a todo esto, ¿cuál es la finalidad de la ONU?

 

La ONU es una asociación de gobierno global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho Internacional, la paz y la seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.

 

Se fundamenta en cinco pilares que son el desarrollo sostenible, la prevención, la construcción de un mundo más seguro y mejor protegido mediante la innovación y el aprovechamiento de sus operaciones básicas, el apoyo a los países en transición y la colaboración con las mujeres y los jóvenes y en su favor.

 

Dentro de sus funciones, estipuladas en la Carta de las Naciones Unidas en el artículo 1, está el mantener la paz y la seguridad internacionales, y tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz; fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos; ejecutar la cooperación internacional en la solución de problemas de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos; y servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes.

 

 Pero a pesar de ello, la ONU no tiene poder ejecutivo sobre los países, y sus decisiones no son vinculantes para los Estados miembros, ya que depende de la cooperación y el compromiso de sus miembros para lograr sus objetivos. Y es que a pesar de que el organismo tiene influencia y mecanismos para promover la cooperación internacional y abordar problemas globales, su poder es limitado por la soberanía de los Estados miembros y la necesidad de cooperación y consenso para lograr sus objetivos.

 

Tan solo el Consejo de Seguridad, que es el órgano con mayores poderes en la estructura de Naciones Unidas, está conformado por quince países miembros, de los cuales, cinco son permanentes y otros diez elegidos periódicamente entre todos los restantes. Pero este conjunto de países no puede tomar ninguna decisión si alguno de los cinco miembros permanentes vota en contra. Los cinco países permanentes son Francia, China, Estados Unidos, Reino Unido y Rusia.

 

Por ello, siendo el “poderoso” Consejo de Seguridad de la ONU el encargado de preservar la paz y la seguridad internacionales, no existen acuerdos. Estas cinco potencias ejercen el control sobre las esferas de influencia de forma habitual. Hoy, Estados Unidos apoya a Israel. Otro día, es China la que apoya a los gobernantes militares de Myanmar. O Rusia frena la acción del Consejo sobre las tropas cerca de Ucrania, es un tema entrampado.

 

 

Por ello, la ONU ha sido criticada por su imparcialidad en varias ocasiones, ya que algunas personas consideran que no actúa de manera justa con todos los países. Por ejemplo, en el contexto del conflicto entre Israel y Palestina, la organización ha sido acusada de tener un enfoque sesgado hacia uno de los bandos.

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