Los grupos de prevención de fraudes en redes sociales, un arma de doble filo

Los grupos de prevención de fraudes en redes sociales, un arma de doble filo

Foto: Patricia Manero

En un entorno digital cada vez más vulnerable, los usuarios de plataformas como Facebook crean grupos para alertar sobre fraudes en marketplaces. Estas comunidades, como "REPORTE DE ESTAFADORES" o "Lista negra de estafadores de México", con miles de seguidores, surgen con la intención de prevenir estafas y proteger a los compradores y vendedores. No obstante, lo que comenzó como una iniciativa positiva se ha convertido en terreno fértil para nuevos delitos. Estafadores y bots han invadido estos espacios, haciéndose pasar por "ayudantes" que prometen recuperar lo perdido, pero en realidad agravan el problema.

 

Klibu, una plataforma mexicana que ayuda a verificar con quién se hacen negocios, lanzó la campaña #TodosPodemosCaer para combatir el estigma que sufren las víctimas de fraude. Según Fátima Herrera, Product Manager de Klibu, la iniciativa busca eliminar la vergüenza que acompaña a quienes caen en estas trampas y empoderar a las víctimas para que compartan sus historias. "Queremos apoyar a las personas afectadas y crear un ecosistema digital más seguro", afirma Herrera.

 

Los estafadores han sofisticado sus tácticas. Contactan a las víctimas por redes sociales y les ofrecen, a través de mensajes privados o WhatsApp, soluciones rápidas, aprovechando su vulnerabilidad. Para ello, solicitan información confidencial o incluso más dinero, prometiendo la recuperación de lo perdido. En muchos casos, estos delincuentes colocan enlaces maliciosos que pueden comprometer los dispositivos de las víctimas y robar datos sensibles.

 

A pesar de los intentos de los administradores de estos grupos por implementar controles, como cuestionarios para verificar perfiles, los estafadores siguen encontrando formas de infiltrarse. La investigadora Patricia Montes de Klibu subraya que los comentarios de estos delincuentes suelen ser genéricos y se repiten en múltiples denuncias. Aunque es difícil cuantificar cuántos fraudes se han realizado de esta manera, lo cierto es que los estafadores se aprovechan del dolor emocional de las víctimas para ejecutar un segundo fraude.

 

El crecimiento del comercio electrónico ha sido el motor detrás del aumento de fraudes en internet. En 2023, según la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), las ventas en línea en México alcanzaron los 658 mil millones de pesos. Sin embargo, con este auge también han crecido las estafas, desde productos defectuosos hasta sofisticadas modalidades de phishing.

 

Para mitigar los riesgos, Klibu ofrece herramientas que permiten investigar con quién se hacen negocios. Esta plataforma utiliza certificados de confianza, basados en tecnología avanzada, para verificar antecedentes y asegurar que los usuarios tomen decisiones informadas. Entre las recomendaciones para evitar fraudes destacan no compartir información personal sin verificar la identidad de la otra parte y desconfiar de ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad.

 

En un mundo donde la seguridad digital se ha vuelto prioritaria, es imperativo que tanto vendedores como compradores estén atentos y utilicen las herramientas adecuadas para proteger sus intereses.

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