El Gobierno de Estados Unidos anunció este lunes 30 de septiembre de 2024 nuevas medidas para reforzar las restricciones al asilo en la frontera con México. Esto se da en un momento clave de la campaña electoral que enfrenta a la actual vicepresidenta Kamala Harris y al exmandatario republicano Donald Trump. Estas modificaciones, que buscan dificultar el levantamiento del veto al asilo, se producen a pocas semanas de las elecciones presidenciales.
En junio de 2024, el Ejecutivo promulgó una norma que prohíbe a las personas que crucen la frontera de manera irregular solicitar asilo en el país. Desde su implementación, las detenciones de migrantes se han reducido a los niveles más bajos en cuatro años. Sin embargo, la norma ha sido objeto de duras críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, que han presentado una demanda contra el Gobierno. Lo acusan de violar las leyes de asilo estadounidenses y poner en peligro la vida de personas que buscan protección.
Las nuevas medidas, que entrarán en vigor el 1 de octubre, modifican la norma anterior al incrementar los requisitos para levantar las restricciones y al incluir a los menores no acompañados en las cifras de cruces irregulares. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, afirmó en un comunicado que el objetivo es "reforzar la seguridad en la frontera y disuadir la migración irregular".
Antes, la norma establecía que para levantar las restricciones, el número de cruces irregulares debía descender a un promedio de 1,500 al día durante siete días consecutivos. Con los cambios anunciados, ese promedio deberá mantenerse por debajo de 1,500 cruces durante 28 días consecutivos.
Las organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación. Yael Schacher, de Refugees International, acusó al Gobierno de intentar "inflar la cifra de detenciones" al incluir a menores, mientras que la ACLU considera que esta medida aumenta la posibilidad de que el veto al asilo permanezca indefinidamente.
La migración se ha convertido en un tema central en la campaña electoral, con el Partido Demócrata adoptando una postura más dura en los últimos años. Según expertos, las nuevas medidas demuestran un esfuerzo por controlar los cruces en la frontera en lugar de facilitar el acceso al asilo, un derecho protegido por la ley estadounidense.
En lo que va del año, cientos de miles de migrantes han llegado a la frontera sur de Estados Unidos, escapando de crisis sociales y políticas en países como Venezuela, Nicaragua y Haití. Este flujo se enmarca en una crisis migratoria más amplia en el continente americano, con más de 21 millones de desplazados, según datos de la ONU. (NotiPress)
