Los mitos y realidades de las personas sonámbulas

Los mitos y realidades de las personas sonámbulas

Foto: FreePik

Hace unos días, trascendió que Peyton Saintignan, una niña de 10 años, fue encontrada en un bosque de Luisiana, después de que sus padres notificaron a las autoridades de la desaparición de la menor. Se cree que mientras dormía, la niña salió de su casa sonámbula y se adentró en el inmenso bosque. Fue gracias a un dron con cámara térmica que fue posible hallarla sana y salva.

 

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El sonambulismo se considera un tipo de parasomnia. Las parasomnias son un grupo de alteraciones del sueño muy variadas y, en general, benignas, que se manifiestan como una conducta o experiencia no deseada que tiene lugar durante el sueño. Los distintos ciclos del sueño se dividen entre no MOR (desincronizado) y MOR. El sonambulismo se da con mayor frecuencia durante el primer ciclo y en las primeras horas de sueño.

 

El que los niños caminen dormidos es más común que en los adultos, puesto que a medida que se envejece el sueño disminuye. El sonambulismo no es una enfermedad grave mientras no corra peligro el afectado o pueda suponer una amenaza para las personas de su entorno. Además, es una patología que acostumbra a disminuir con los años y no es indicio de un trastorno grave, aunque puede ser síntoma de otras enfermedades.

 

A través de los años, se han creado algunos falsos mitos sobre el sonambulismo y las personas que lo padecen.

 

Es totalmente falso que el despertar a una persona sonámbula pueda darle un infarto. Por ello, se ha creado el mito de que no se puede despertar a una persona en esta condición. Existe la probabilidad de que sí se muestre confundida, asustada o irritada, pero esto no implica necesariamente que sufra un ataque al corazón.

 

Otro mito que se ha formado en torno a estas personas es que, si se golpean con algo, no se hacen daño. Una persona sonámbula no pierde sensibilidad, ni se vuelve de repente inmune a cualquier estímulo. Continúa haciéndose daño, de hecho, si el golpe es muy fuerte esto puede incluso despertarla.

 

Quizás uno de los mitos más arraigados entre la población es que las personas sonámbulas caminan con los ojos cerrados y eso es algo falso, ya que pueden ver lo que tienen a su alrededor, pero su cerebro sigue dormido. Por eso abren puertas, bajan escaleras, y llevan a cabo otras actividades

 

Otro mito que se tiende a creer es que las personas sonámbulas sufren de esta condición todos los días y no es así, no se levantan siempre. Regularmente ocurre cuando están viviendo un fuerte periodo de estrés que, a su vez, condiciona que una persona sufra sonambulismo a lo largo de toda una semana, un mes o tan solo unos días de forma esporádica.

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