Claudia Sheinbaum, la continuación de una política exterior controvertida

Seis días faltan para que Claudia Sheinbaum asuma el cargo como presidenta de México y ya tiene su primer enfrentamiento con una nación: España. Al sólo invitar al presidente Pedro Sánchez y no al rey Felipe VI a la toma de protesta el 1 de octubre, resurgió la tensión entre México y España, una más de las relaciones diplomáticas que se complican antes de la llegada de Sheinbaum.

El gobierno no invitó al rey de España a la toma de protesta de Sheinbaum, esto luego de que el monarca se negara a pedir disculpas por los hechos de la conquista. El conflicto inició con AMLO en 2019 pidiendo dichas disculpas a los pueblos originarios de México, lo que derivó en una “pausa” a las relaciones diplomáticas entre ambas naciones desde febrero del 2022.

La futura mandataria justificó la no invitación de Felipe VI afirmando que en la 4T el reconocimiento a los pueblos indígenas es fundamental, respaldando la postura de AMLO. En tanto, la cancillería española consideró “inaceptable” que sólo se invitara al presidente Pedro Sánchez, por lo que informaron que ni él ni el rey Felipe VI asistirán al cambio de gobierno de México.

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Este caso se sumó a otro mandatario que rechazó la invitación, Vladimir Putin, el presidente de Rusia, quien tampoco estará en México el 1 de octubre; sin embargo, el caso de España es distinto, ya que en los últimos años hubo más problemas, pues han sido varios los desencuentros con la monarquía española, por lo que el problema será heredado al próximo gobierno.

Así se vislumbra el posible primer conflicto en el gobierno de Sheinbaum, esto a pesar de que no ha tomado posesión como presidenta. El incidente se suma a una serie de desencuentros bilaterales que han marcado la administración de AMLO, algunos en los que la próxima presidenta se pronunció, casi siempre para respaldar la postura de su antecesor.

La postura de Sheinbaum en otros conflictos

Otra relación bilateral que se tensó fue la de Estados Unidos luego de que Ken Salazar, embajador en México, externara su “preocupación” por la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF) y la elección de juzgadores por voto directo. Tanto Sheinbaum como AMLO respondieron a Ken Salazar y, en pocas palabras, pidieron que no intervengan en la política interna.

En primer lugar, el presidente negó la posibilidad de diálogo con Salazar refiriendo que es un asunto que sólo compete a los mexicanos. En tanto, Sheinbaum recordó que en EU también se eligen jueces por voto de la gente. Al final, AMLO anunció que también ponían en “pausa” sus relaciones con EU, una decisión que, una vez más, respaldó la presidenta electa.

Un roce más del gobierno mexicano con el de Ecuador, luego de que este último irrumpió en la embajada mexicana para detener al exvicepresidente Jorge Glas, lo que causó una ruptura de las relaciones diplomáticas en abril pasado. En este caso, Sheinbaum se volvió a posicionar a favor de AMLO, señalando que la entrada del ejército ecuatoriano fue una violación al Convenio de Viena.

Ya como presidenta electa, Claudia Sheinbaum dijo que no sostendría diálogo con Daniel Noboa, presidente de Ecuador, ya que la invasión a la embajada “no es un asunto menor”. Ahora, al igual que con el rey de España, la cancillería mexicana decidió excluir a Noboa o algún representante ecuatoriano a su toma de protesta.

El caso de Ecuador no fue el único en la región, ya que en Perú también se dio otro desencuentro en diciembre del 2022, cuando Dina Boluarte asumió el cargo como presidenta de Perú tras el arresto de Pedro Castillo. Aunque no fue un problema que involucrara directamente a México, el presidente López Obrador se mostró en contra de que Boluarte se impusiera como mandataria.

Este caso se dio, Sheinbaum era jefa de Gobierno de la CDMX, pero al ganar la presidencia ignoró la felicitación personal que Boluarte envió en una carta, además de la que remitió la cancillería peruana. Dina Boluarte es otra jefa de estado a las que no se invitó a la toma de protesta de la primera mujer presidenta de México.

Es así como la futura presidenta llegará al poder en un contexto donde México no atraviesa su mejor momento en cuanto a relaciones diplomáticas con otros países. Aunque de momento no se han dado afectaciones comerciales o políticas más graves, será tarea de Sheinbaum conducir una política exterior en la que haya más diálogo con los líderes de otros países.