Licencia por paternidad en México, un derecho olvidado para los hombres

Licencia por paternidad en México, un derecho olvidado para los hombres

Foto: Enfoque

Es bien sabido que cuando llega un bebé a una familia, es la madre sobre la que recaen la mayor parte de las responsabilidades, por lo que el papel del padre se ve condicionado por lo dictado en su trabajo. Es por esto que en Reino Unido los últimos días han estado marcados por protestas de quienes exigen mejores condiciones para los hombres que se convierten en padres.

 

El grupo de activistas “Dad Shift” pide un aumento en las licencias de paternidad, por lo que se dieron a la tarea de protestar atando portabebés a las estatuas de hombres en la ciudad de Londres. En Reino Unido las licencias por paternidad son de dos semanas pagadas a 185 euros, siendo de las más bajas en Europa, por lo que piden que se adecúen a las necesidades de los padres.

 

Este no es un problema único del Reino Unido, ya que en otros países las licencias y prestaciones por paternidad son sustancialmente menores. Ese es el caso de México, pues aquí la ley apenas contempla pocos días para que los padres se puedan ausentar de su trabajo y contribuyan con los cuidados de los hijos.

 

 

El panorama de los nuevos padres en México

 

De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo (LFT), en México los hombres que se convierten padres solamente tienen derecho a una licencia de paternidad por máximo cinco días de ausencia pagados, según lo dicta el artículo 132, fracción XXVII. Esto aplicará en caso del nacimiento de un menor o si se concretó el proceso de adopción de un infante.

 

La licencia entrará desde el día en que el bebé nazca o a partir del día en que se entregue al hijo adoptivo. Este es un derecho reciente que se ganó gracias a una reforma del 2012 a la LFT, aplica para todos los padres trabajadores y es una obligación a la que los patrones no se pueden negar bajo ninguna circunstancia.

 

Es una de las licencias más bajas de Latinoamérica, pues en países como Colombia gozan de dos semanas pagadas, en Perú tienen diez días y en Uruguay les dan 17 días a los trabajadores y 14 a los patrones. La de México se iguala con las de Chile y Brasil que también otorgan cinco días, mientras que la de Argentina es menor, con sólo dos días de ausencia pagada en el trabajo.

 

Es considerada una medida insuficiente porque, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), una licencia justa garantiza la participación equitativa de hombres y mujeres en el mercado laboral. Entre los países que son miembros de la OCDE, el promedio de permisos por paternidad es de diez semanas, más de tres meses, pero en México no es ni una.

 

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), sostiene que las licencias, de paternidad y maternidad, deberían durar un mínimo de seis meses remunerados. El argumento es que debe tener una duración suficiente para que los padres puedan ocuparse del cuidado de los niños hasta que dispongan de servicios de cuidado infantil asequibles y de calidad.

 

Los cinco días que se dan en México contrastan con los tres meses que se dan a las mujeres, uno antes del parto y otros dos meses posteriores al alumbramiento, o bien, al día en que se recibe al hijo adoptivo. Es así como la licencia de paternidad supone un trato injusto para las mujeres, ya que les deja la mayor parte de la responsabilidad en el cuidado de los hijos.

 

En México se han presentado diversas propuestas para que el derecho de los padres a una licencia sea más extenso. La última iniciativa se presentó en diciembre del 2023, con la finalidad de que los permisos por paternidad sean de al menos 20 días, aunque en caso de que la madre o el neonato presenten problemas de salud, el permiso se alargará diez días, llegando a un total de 30.

 

Si bien el dictamen tuvo una votación favorable con 409 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones, esta se quedó en la Cámara de Senadores, donde no se llevó a votación en Pleno, impidiendo así un panorama distinto para los nuevos padres. En tanto, con la licencia actual de cinco días los cuidados de los hijos recién nacidos o adoptados seguirá recayendo esencialmente en las madres.

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