Tras semanas de intensas lluvias, las presas de Puebla están casi al 100%

Tras semanas de intensas lluvias, las presas de Puebla están casi al 100%

Foto: Enfoque

Es bien sabido que con la temporada de lluvias en Puebla uno de los principales beneficios es la recuperación del nivel de las presas, que surten de agua a las zonas de mayor necesidad. Los últimos meses no han sido la excepción, toda vez que tras las intensas precipitaciones se ha visto la recuperación del nivel de las presas de Puebla, la mayoría por encima del 70 % de su capacidad.

 

La recuperación de estas presas se dio en parte gracias a las constantes lluvias de los últimos meses, lo que les ha permitido llenarse, en todos los casos, a más de dos terceras partes de su capacidad. Esto cobra más relevancia por el hecho de que estas son usadas para distintas actividades comerciales, o bien, son esenciales para el consumo humano.

 

En el estado de Puebla hay cinco principales presas ubicadas en diferentes municipios, con las que se surte de agua a distintas regiones: Valsequillo, ubicada en el municipio de Puebla; La Soledad, en Tlatlauquitepec; Nexapa, en Tlaola; la presa de Tenango en el municipio de Huauchinango, y Necaxa en Juan Galindo.

 

Según el Sistema de Monitoreo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la presa de Valsequillo o “Balcón del Diablo”, ubicada en Puebla en la corriente del río Atoyac, hasta el 16 de septiembre registra un nivel de llenado del 77 %. Esto es 231,404 hectómetros cúbicos (hm3); es la que más se recuperó en comparación con los números de junio, cuando estaba a un 43 % de capacidad.

 

En tanto, la presa de La Soledad en Tlatlauquitepec, alimentada por los ríos Apulco y Xiucayucan, fue otra que registró aumento, pues en junio pasado llegaba al 43 % de capacidad. Con corte a este 16 de septiembre, la presa arroja un nivel del 73.1 % de su capacidad, lo que se mide en 10,154 hm3.

 

Por su parte, la presa de Tenango en Huauchinango y se ubica en la corriente del río Coahuila, llega al 92.7 % de su capacidad de almacenamiento, traducido en 26,402 hm3. Este es uno de los aumentos más notables entre las principales presas de Puebla, ya que apenas en junio llegaba al 19 % de su capacidad, es decir, en tres meses subió 73.7 %.

 

Respecto a la presa de Necaxa, que se alimenta del río con el mismo nombre y está en Juan Galindo, la Conagua reporta que esta llega a un nivel del 96.8 % de su capacidad, es decir, 28.118 hm3. En casi tres meses, está presa recuperó su nivel en un 63.8 %, pues a finales de junio llegaba al 33 % de su capacidad.

 

Finalmente, la presa de Nexapa, emplazada en el municipio de Tlaola, es la única de las cinco que no sólo registra recuperación, sino que incluso tiene superávit, ya que está al 106.8 % de su capacidad, visto en 13,345 hm3, 845 por encima de su máximo. A finales de junio pasado apenas registraba el 43 % de llenado.

 

La importancia de la recuperación de las presas

 

Las presas, como las cinco de Puebla, son estructuras hidráulicas que permiten almacenar o retener agua para aprovecharla en actividades como la agricultura, el consumo humano, la generación de energía eléctrica, entre otras. En este sentido, su llenado es imprescindible para la seguridad alimentaria de las poblaciones, así como para brindar distintos servicios de primera necesidad.

 

También sirven para controlar y prevenir inundaciones, pues impiden que el agua de las montañas baje y afecte a las personas que viven cerca de ríos y planicies. Con las lluvias de este año, en muchas zonas ya se han registrado inundaciones, pero en donde hay presas, estas controlan el flujo de agua y almacenan los excesos que devienen de las lluvias y podrían afectar a más personas.

 

En el caso de las presas de Puebla, estas tienen ciertas funciones en específico que se ven revitalizadas tras la temporada de lluvias. Por ejemplo, la de Valsequillo es una donde se alimentan y resguardan distintas especies de flora y fauna endémicas que están amenazadas, algunas de ellas migratorias que vienen y van al norte del continente, de Estados Unidos y Canadá.

 

También se enfrentan a otros retos además de la falta de agua. Prueba de ello es la presa de Necaxa que presenta altos niveles de contaminación, según lo informado en la recomendación 126/2024 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Aunque no afecta su principal uso, la generación de energía eléctrica, sí limita otros usos como la actividad pesquera y recreativa.

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