¿La democracia en México está en riesgo?

¿La democracia en México está en riesgo?

Foto: FreePik

El 15 de septiembre es una fecha en la que varios países, incluido México, celebran su independencia, aunque hoy también se conmemora el Día Internacional de la Democracia. En México, después de los recientes hechos políticos como la aprobación de diversas reformas constitucionales, una parte de la población considera que la democracia está en riesgo.

 

Esta conmemoración es una efeméride instaurada con la finalidad de resaltar la importancia de que la gente decida libremente sus sistemas políticos, económicos, sociales y culturales. Se exalta a que los gobiernos de todo el mundo fortalezcan y promuevan el ideal democrático en sus territorios.

 

El hecho de que haya un día dedicado a la democracia surgió de la Unión Interparlamentaria (UIP), organización que se creó bajo la premisa de promover la paz y la cooperación entre las naciones, a fin de lograr el fortalecimiento de las instituciones representativas. En 1997, dicha institución adoptó la Declaración Universal sobre Democracia, en la que se reafirman los principios fundamentales para llegar a gobiernos verdaderamente democráticos.

 

No fue hasta diez años después cuando la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 15 de septiembre como el Día Internacional de la Democracia. La fecha tiene como objetivo resaltar la importancia de que los pueblos decidan libremente sus sistemas políticos, económicos, sociales y culturales, al igual que la forma en que participarán en ellos y en todos los aspectos de la vida pública.

 

En México, los últimos meses han estado marcados por la discusión en torno a un posible riesgo a la democracia, en especial tras los resultados de las elecciones y la concentración de poder en una sola fuerza política. Por si fuera poco, también está el debate que se dio en torno a la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF), la cual algunos han considerado una amenaza para la democracia.

 

Las reformas despertaron el debate sobre el futuro de la democracia en el país, pues la principal incluye cambios en el sistema de impartición, lo que especialistas han tachado como una reducción de la autonomía de organismos independientes y la centralización del poder. Con la elección de los jueces por voto popular, serán propuestos por el oficialismo en el Congreso y el Ejecutivo.

 

Los cambios han sido criticados por diversos sectores, pues ahora que son una realidad el régimen quedará sin contrapesos que limiten su actuar. Y es que en años pasados, algunas acciones del gobierno federal, así como las reformas que ha impulsado, fueron revertidas o suspendidas por parte de instancias judiciales, siendo esto un detonante de la reforma que se aprobó esta semana y que podría eliminar esa función de contrapesos.

 

Esto no es todo, pues hay otras reformas con las que se eliminarían organismos autónomos que han servido a los ciudadanos como defensa. Por ejemplo, el INAI ha sido un organismo usado por la gente para la transferencia y la rendición de cuentas en el gobierno, así como para la protección de sus datos personales, pero con su eliminación dichas funciones quedarán en dependencias del Ejecutivo, dejando de lado la independencia en su actuar.

 

También se pretende eliminar a los legisladores de representación proporcional, los que no ganan directamente por el voto de la gente, sino por el porcentaje de los mismos. Actualmente en la Cámara de Diputados hay 200 diputados plurinominales y en la de Senadores 32, por lo que al eliminarlos también se irían los contrapesos políticos y la pluralidad, concentrando más poder en un grupo.

 

Esto daría pie a la eliminación de la independencia institucional y la centralización de funciones, en especial en el Ejecutivo. De igual forma, la eliminación de organismos autónomos conllevaría a una menor rendición de cuentas y transparencia por parte de instituciones que no están subordinadas al gobierno.

 

En su conjunto, esto es considerado un atentado contra la democracia y el estado democrático tal y como lo conocemos hoy en día en México. Pese a las amenazas y al alarmismo que ha surgido en un bando, hay otro que considera que los cambios son en realidad para fortalecer la democracia y dar legitimidad popular a las instituciones en el país.

 

Cuestiones como la elección de jueces, magistrados y ministros por el voto directo de la sociedad, son en realidad la democratización de otros espacios, pues al ser designados por la gente y no por un grupo en el poder, tendrían más legitimidad y respaldo ciudadano. Asimismo, se argumenta que, al sólo haber legisladores electos, estos serán completamente los que obedezcan a la preferencia del pueblo y no de los partidos.

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