En México, hay distintas empresas que son líderes y están muy por encima de sus competidores, lo que les facilita desplegar prácticas monopólicas, algo que supuestamente está prohibido en nuestro país. Un caso reciente es el de Telcel de América Móvil, de Carlos Slim, empresa que fue multada por implementar prácticas monopólicas en el ramo de telecomunicaciones.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) multó con 90.6 millones de pesos a Telcel por prácticas monopólicas, ya que bloqueaba a sus competidores en tres estados: Michoacán, Colima y Jalisco. Según el dictamen del IFT, Telcel daba descuentos, incentivos o beneficios a una tienda departamental para no que no vendiera celulares con tarjetas SIM y recargas de saldo de sus competidores.
Te interesará leer: IFT multa con más de 90 mdp a Telcel por prácticas monopólicas
Dichas prácticas afectaron a los consumidores, ya que restringieron sus opciones de compra de equipos móviles y tarjetas SIM, así como para hacer recargas de líneas que no fueran Telcel con ese distribuidor en esos estados. En México hay instancias como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y una Ley Federal de Competencia Económica, para evitar los monopolios en el país.
No obstante, ya en la práctica hay distintas empresas y corporativos de diferentes ramos que, al igual que se le acusó a Telcel, han logrado instaurar monopolios y dominan sus mercados. Ya sea en la energía, telecomunicaciones o la tecnología, hay empresas que controlan un sector mediante prácticas indebidas, aunque no se consideran propiamente monopolios.
En las paraestatales, está la Comisión Federal de Electricidad (CFE), encargada de la distribución de energía en todo el país, una actividad que sólo le compete a esta agencia del gobierno. En México, no hay otra empresa que dé el servicio de electricidad, aunque la CFE no se considera un monopolio, sino que “es una empresa pública con función social”, según el presidente López Obrador.
Se estima que 73% de la capacidad eléctrica instalada en los 32 estados del país le corresponde a la CFE, mientras que el resto es de productores independientes. De igual forma, la CFE cuenta con 110,424 kilómetros de redes de transmisión y subtransmisión en el país. En el presente gobierno se han hecho reformas para el fortalecimiento de la paraestatal.
Del mismo modo está Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa del estado que vende combustibles fósiles en México; es la empresa más grande del rubro. En los últimos cinco años, Pemex ha crecido su participación hasta en nueve puntos, por lo que llegó al 87 % en la gasolina, 76 % del diésel y el 100 % de la turbosina que se comercializa en todo el país.
Se estima que la mayoría de las gasolineras del país son de Pemex, pues hasta julio de este año contaban con un total de 7,533, frente a las 6,280 que tienen las empresas privadas. Pese a esto, Pemex sigue registrando pérdidas cada año; las del tercer trimestre del 2023 fueron de 79,130 millones de pesos.
Respecto a las empresas privadas, la ya mencionada América Móvil se caracteriza no sólo por su bloqueo a sus competidores, sino que también desarrollan otras prácticas monopólicas en el acaparamiento del mercado. La Cofece ha investigado a la empresa de Slim porque también cobraba tarifas excesivas de interconexión a sus competidores, como AT&T y TotalPlay, por lo que fueron multados.
En 2014, América Móvil fue declarado Agente Económico Preponderante (AEP) en telecomunicaciones, etiqueta que se le da a las empresas que, por cualquier vía, cuentan con una participación nacional mayor al 50 % en su rubro. Los números de su participación actual varía, pero de diciembre del 2014 a diciembre del 2022 pasó del 68 % al 63 o 58 %, por lo que sigue dominando el mercado.
La tecnología tampoco está exenta de estos señalamientos, pues en casos como el de Google también se les ha tachado de tener prácticas monopólicas. En México la Cofece señaló al gigante de internet por prácticas monopólicas en la publicidad que los beneficiaron a ellos o a algún aliado, desplazando a sus competidores. Además, se les adjudican la imposición de ventas condicionadas.
En todo el mundo, Google ha sido blanco de acusaciones por prácticas monopólicas, pues en Estados Unidos y en Europa las instancias de justicia fallaron en su contra en los señalamientos de que se imponían como el buscador predeterminado gracias a acuerdos multimillonarios con los distribuidores de equipos de cómputo y teléfono.