Los Centros de Día de la Tercera Edad de la comunidad española tienen por objeto promover la convivencia y la participación de los adultos mayores, así como mejorar la situación física, psíquica, cultural y social de los participantes. Además, busca mejorar la calidad de vida de sus usuarios mediante talleres.
En Puebla, el Centro de Día cuenta con 25 años de existencia, ofreciendo alrededor de 20 talleres a los miembros de la comunidad española y poblana. Dentro de estos grupos, está el coro “Sesenta y más” de la Sociedad Española de Beneficencia de Puebla, que lo integran 16 personas con edades que van desde los 60 hasta los 90 años.
Son personas adultas mayores que irradian alegría, fortaleza, sabiduría, experiencia y que a pesar de que el tiempo ha pasado, sienten ese deseo de vivir y trascender. No hay obstáculo alguno que los detenga, están ansiosos de demostrarse a sí mismos de que la edad física no comulga con la edad mental.
Por ello, en Imagen Poblana acudimos a entrevistar a algunos de sus integrantes y conocer de viva voz su experiencia de pertenecer al Coro "Sesenta y más" de la Sociedad Española de Beneficencia de Puebla, que está bajo la dirección del maestro Hugo Ricardo García y García.
"Es un aliciente para seguir viviendo, un aliciente para no sentirme sola, tenemos amigas de la misma edad, coincidimos mucho y esto nos da mucha alegría por vivir" expresó María Eugenia Carballo.
Manifestó que siempre le ha gustado cantar, aunque nunca pudo hacerlo hasta que entró al Centro de Día, al cual llegó por medio de una invitación y tras la muerte de su esposo.
“Nunca he cantado hasta que entré al Centro de Día, que fue a partir de que mi esposo murió, me invitaron a entrar y uno de los talleres es coro y dije ‘de aquí soy’, porque me gusta cantar".
Maru Carballo aseguró que el pertenecer a este grupo le ha permitido llenar el vacío que dejó la partida de su esposo, es para “llenar esa soledad”.
Por su parte, Rosa María Guasch recordó que toda la vida le ha gustado cantar, “desde chiquita en mi casa, mis abuelos, mi madre, mis tíos, todos tenían buena voz; los domingos después de comer, nos reuníamos y cantábamos, aunque nunca estudié música”.
Por ello, dijo que ahora que tuvo la oportunidad de conocer el Centro de Día, “estoy encantada de la vida y es lo que más disfruto”.
A un año de haber ingresado al coro, Rosa María aseguró que está actividad ha impactado en su vida de forma positiva, ya que le ayuda a relajarse y a convivir con personas con los mismos gustos, "y eso es muy importante a esta edad, estar juntos, es muy bonito".
Para María Elena Salgado, inmigrante española, la disciplina que se práctica en el grupo la ha impulsado a continuar con esta actividad. "Me impulsa la satisfacción, tener una disciplina y emoción”.
Mencionó que la llegada al grupo fue por medio de una invitación y se siente muy a gusto, ya que puede hacer ejercicio, convivir con sus compañeras, “todo me llama la atención y me gusta”.
Finalmente, Gladys Granados Minaya, coordinadora del Centro de Día, destacó que los integrantes del coro están felices, porque “vuelven a vivir, salen de su soledad, de su aislamiento, algunos de su abandono y vuelven a socializar, los grupos están diseñados para que tengan una calidad de vida”.
Por ello, agradeció el apoyo del presidente del grupo Saturnino Haces Sordo, de Francisco Suárez, presidente de la Beneficencia Española, y Ramón García Suárez, presidente del Parque España.
El coro “Sesenta y más” se presentará en los próximos días en la Feria de Centros de Día “María Teresa Arregui", en Córdoba, Veracruz, al cual asistirán los integrantes de ocho centros constituidos en la República.