En México hay comediantes que ganaron seguidores gracias a las redes sociales, aunque no han estado exentos de polémicas por el humor que despliegan. Uno de los casos más recientes es el del standupero Franco Escamilla, a quien han criticado por su comedia en la que hace chistes de temas sensibles o defiende a quienes los hacen, pero hoy es su familia la que sufre este acoso.
Hace unos días Franco Escamilla publicó fotos y videos de la fiesta de XV años de su hija Azul, lo que culminó con miles de internautas haciendo burla del físico de la menor. La excusa de quienes iniciaron con este acoso es que, por años, el propio Escamilla y otros comediantes han hecho este tipo de comedia en la que se burlan de otros físicos y de temas igual de sensibles, incluso recordando sus posts más antiguos de X en los que hacía chistes de otros cuerpos.
"Franco Escamilla" es TENDENCIA porque el comediante de “humor negro”, posteó el video de los XV años de su hija con sobrepeso y en X (Twitter) le están recordando el chiste burlándose de la “gorda” de los XV años que posteó en 2012.
— ¿Por qué es TENDENCIA México? (@tendenciamexic) September 6, 2024
pic.twitter.com/80BlwJwati
Además, le recordaron el momento en que defendió el derecho a la libertad de otros comediantes como el payaso “Platanito”, quien hizo chistes sobre el feminicidio de la joven Debanhi Escobar en 2022. En respuesta, Franco defendió a su hija y pidió a los internautas que si tenían problemas con su humor se lo reclamaran directamente a él, pero que no se metieran con su hija menor de edad.
Esto se ha vuelto constante con los comediantes, no sólo de México, sino de todo el mundo, pues mientras algunos consideran que sólo se trata de comedia y humor, para otros es incitación al acoso, discursos de odio y normalización de la violencia contra un sector de la población. Esto se debe a que para una parte de la audiencia lo que antes era motivo de burla, hoy son ofensas que no se deben repetir.
Franco Escamilla y comediantes como Adrián Marcelo, Iván “la Mole”, “Chumel” Torres o gente de Estados Unidos como Dave Chappel, suelen recurrir al llamado “humor negro”. Este se rige por la denigración o el menosprecio de individuos o de grupos sociales, apoyándose en la repetición de estereotipos de raza, género, estrato socioeconómico y demás prejuicios que pueden ser discriminatorios.
También está otro tipo de comedia, que es la sátira, en la cual se utilizan bromas políticamente incorrectas como una vía para ironizar, caricaturizar o ridiculizar a personas, instituciones o grupos en concreto. Otros comediantes también recurren al humor autodegradante, en el que básicamente el autor hace mofa de sus propias cualidades, defectos y sus experiencias para conectar con el público.
En cualquier caso, quienes se dedican a la comedia suelen estar envueltos en polémica cuando abordan temas sensibles como los mencionados de feminicidios u otras tragedias en las que directamente se lucra y se busca provocar una risa con el dolor ajeno. Un ejemplo claro de esto es lo que sucedió con Ricardo O’Farrill, a quien acusaron de pedófilo por hacer chistes sobre el abuso infantil.
El argumento de quienes despliegan estos actos es que “la comedia se burla de todo”, incluidas las tragedias de cualquier índole, sin importar que haya personas de por medio que puedan resultar ofendidas. Este tipo de humor suele hacerlo quien no atraviesan por las situaciones de las que se burlan, es decir, no han sufrido una tragedia o una forma de discriminación como la que usan para su comedia.
En el caso de Escamilla, le recordaron los insultos a mujeres con sobrepeso y sus fiestas de XV años, aunque él se escuda en que lo hizo sin señalar a nadie en particular, caso contrario de lo que la gente hizo con su hija. No obstante, Platanito, además de burlarse de la muerte de Debanhi Escobar, hizo lo mismo con los niños de la Guardería ABC, en ambos casos burlándose de situaciones específicas.
Por tal motivo, hay quienes consideran que los límites del humor empiezan cuando se transgrede la dignidad y el dolor de los demás en aras de provocar un momento de diversión para otros. Del otro lado, los que lo defienden, sostienen que este, en cualquiera de sus vertientes, debe ser tan transgresor como el autor lo quiera, pues quienes están dispuestos a consumirlo saben a qué están expuestos.
Esto pasa porque, como sociedad, las personas han cambiado la forma en que interpretan el humor y lo que antes parecía humorístico, en estos días ha dejado de serlo. Por ejemplo, hace 40 o 50 años se consideraba que los chistes raciales, sexistas o de la comunidad LGBT eran algo normal e inofensivo, razón por la cual se usaban en la televisión o el cine indiscriminadamente.
En el contexto actual, este humor está mal visto y con seguridad llevará a la “cancelación” de quien lo haga. Esto significa que hacer chistes discriminatorios, la gente no sólo se ofenderá, sino que incluso tratarán de sabotear o impedir que una película o show cómico salga a la luz, o bien, pasarán situaciones como la que le ocurrió a Dave Chappelle en 2022, cuando alguien del público subió a un escenario y lo agredió por sus chistes transfóbicos.
Este cambio en la percepción del humor refleja que un sector de la población tiene mayor conciencia y es más sensible sobre temas de discriminación, igualdad y respeto, lo que determina la forma en que aceptan la comedia que consumen. Sin embargo, se cree que esto llevará a un humor marcado por lo que es políticamente correcto.