A lo largo de los años, los científicos han intentado hallar una relación entre la música y su influencia en el cerebro humano, como resultado, varios estudios demostraron que esta puede cambiar el estado de ánimo de las personas, así como aumentar su concentración o, en el caso de los niños, ayudar al desarrollo cognitivo.
Con la llegada de la tecnología de inteligencia artificial (IA), se pueden analizar grandes cantidades de datos y buscar patrones complejos. Modelos como ChatGPT de OpenAI y Gemini de Google, al ser cuestionados sobre la relación entre la música y el cerebro, determinó que existen ciertos géneros musicales que podrían estar asociados a una disminución en la inteligencia.
De acuerdo con las primeras consultas a estos modelos de IA, géneros musicales populares como el pop, el reguetón o el trap, podrían estar vinculados a una capacidad cognitiva disminuida para quienes lo escuchan con frecuencia. La IA afirma que estos géneros tienen letras repetitivas, ritmos simples y estructuras musicales pobres, que comparadas con géneros como el jazz o la música clásica, no requieren de un mayor esfuerzo mental para procesarlas.
Contrario a los géneros populares, géneros como el jazz, la música clásica y el rock progresivo, requieren de una mayor actividad cerebral para procesar varias capas de sonido y comprender las liricas abstractas o filosóficas. Además, el modelo de ChatGPT especifica que existe una tendencia a que las personas que escuchan música clásica o jazz suelen tener una mayor puntuación en las pruebas de coeficiente intelectual (CI).
Sin embargo, es importante resaltar que la IA se basa únicamente en datos preexistentes y patrones estadísticos, por lo que sus resultados pueden estar sesgados, ya que no toma en cuenta otros factores importantes como el contexto socioeconómico y cultural, el nivel educativo ni los gustos personales. A pesar de que ciertos géneros parecen estar relacionados con un menor o mayor entendimiento cognitivo no significa que la música sea la causante de ello.