Recientemente se ha registrado un aumento en los casos de ataques de delfines contra bañistas en las tranquilas playas de la prefectura de Fukui, en Japón. Los científicos dicen que este comportamiento podría deberse a la búsqueda de interacción por parte del mamífero marino.
Hasta el 26 de agosto, 18 personas habían resultado heridas este año, según la Guardia Costera de Japón.
Las autoridades del país asiático han emitido un alerta para avisar que varias personas en la playa de Fukui habían sufrido lesiones por mordidas de delfín y pidieron a las personas alejarse de esos animales cuando los vean en el agua.
"Los delfines salvajes pueden representar una amenaza para los humanos. ¡Los daños han ido sucediendo uno tras otro desde el año pasado! Si aparece un delfín, sal inmediatamente del agua, no te acerques a él y no lo alimentes", escribió la autoridad en su cuenta de la plataforma X.
Hasta ahora, las autoridades e investigadores creen que el atacante se trata de un único macho de delfín mular del Indopacífico (Tursiops aduncus), y basan su hipótesis en las marcas de las aletas captadas en fotografías y grabaciones de video durante los ataques registrados en las playas Fukui.
Además, los investigadores creen que las mordidas no representan un acto violento por parte del delfín, sino que se trata de un acto social con el que esos animales buscan generar una relación amistosa con los humanos que se encuentran en sus alrededores, aunque ellos no lo vean como una acción positiva.
"Morder suavemente es un comportamiento que vemos a menudo entre los delfines mulares macho en libertad. Lo hacen para mantener la relación. En la mente de este delfín, puede que ya haya construido una relación amistosa con los humanos", explicó Tadamichi Morisaka, ecólogo de delfines de la Universidad de Mie en Tsu (Japón), a la revista Nature.
El investigador coincide en que los ataques han sido realizados por un único delfín, que aparece en las playas y muerde gente, pero de manera suave buscando un tipo de interacción.
"Hemos visto que este delfín aparece al azar en una playa, muerde si hay gente alrededor, se aleja y repite. Para mí, está buscando algún tipo de interacción con la gente. Si realmente quisiera atacar, podría haberse acercado con toda su fuerza y haber mordido. Pero los mordiscos son suaves para los estándares de los delfines, por lo que probablemente se trate de un gesto amistoso y no de un intento de ataque", agregó.