El vicepresidente de Ecuador Jorge Glas (2013-2017) reiteró este viernes que intentó suicidarse como forma de liberarse de la prisión en una nueva audiencia de apelación al recurso de "habeas corpus".
"Yo no sé cómo me lograron revivir después haberme tomado 60 pastillas, lo cual me genera mucha frustración porque yo insisto: yo debería estar muerto", sostuvo el exvicemandatario.
Glas puntualizó que el suceso tuvo lugar en la prisión de alta seguridad de La Roca, de la ciudad de Guayaquil (suroeste), el 8 de abril, tres días después de haber sido sacado por la fuerza de la embajada de México en Quito, donde permanecía desde diciembre como asilado político.
El exfuncionario, uno de los líderes del movimiento de la Revolución Ciudadana (RC, izquierda), intenta conseguir un arresto domiciliario luego que en julio la justicia ecuatoriana le denegara un recurso de habeas corpus.
Acerca de la atención médica (en 79 ocasiones) que recibe en la cárcel por parte del Ministerio de Salud Pública, dijo en la sesión telemática con la Corte Provincial de Justicia de Guayas que en el 90 por ciento de las ocasiones resultan de manera superficial, pues sólo se limitan a tomarle la presión arterial y los signos vitales.
Insistió en que su salud es frágil y que en La Roca no existen médicos especializados para atender sus dolencias.
Los tres jueces de la Sala laboral de la Corte Provincial de Justicia de Guayas pudieran anunciar su decisión este mismo viernes o en los próximos días.
El 5 de agosto la Cancillería mexicana había entregado a su par ecuatoriana una solicitud formal para que Glas fuera enviado a un tercer país debido a su crítico estado de salud, pero el Gobierno volvió a responder de forma negativa.
Ambos países rompieron relaciones este año, a raíz de la entrada de fuerzas de seguridad ecuatoriana en la legación mexicana en Quito.