Bajo el lema de unos "Juegos de puertas abiertas", es que durante la ceremonia de premiación en los Juegos Olímpicos de París 2024 los atletas se toman la “Selfie de la Victoria” tras recibir sus medallas olímpicas.
Y precisamente una de estas selfies le ha dado la vuelta al mundo, ya que fue protagonizada por los medallistas de tenis de mesa en parejas mixtas de Corea del Norte y Corea del Sur; una fotografía que podría interpretarse como un símbolo de unidad y esperanza. Incluso, en las redes sociales se hizo viral el video del momento en el que los deportistas de ambas naciones se unen para tomarse la foto juntos en el podio poco después de la ceremonia de premiación.
Sin duda, esta imagen ha causado mucho revuelo, ya que se da en un contexto de tensión permanente entre Seúl y Pyongyang, que técnicamente siguen en guerra. Sobre todo porque en los últimos años, Corea del Norte ha adoptado una postura militar cada vez más beligerante. Su última ofensiva contra Corea del Sur fue lanzar globos con estiércol, colillas de cigarrillos, pedazos de tela y papel desechado, lo que llevó a Seúl a prometer represalias y suspender el acuerdo intercoreano de 2018 que pretendía disminuir las tensiones militares en la frontera.
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Sin embargo, a lo largo de la historia de la justa veraniega se han presentado este tipo de fotos históricas, que quedarán en el recuerdo de los protagonistas y para la posteridad.
Como el caso de Lee Eun-ju y Hong Un-jong, quienes decidieron tomarse una selfie que le dio la vuelta al mundo gracias a las redes sociales. Fue durante los Juegos Olímpicos de Río 2016 donde nuevamente, a través de una fotografía, se unieron Corea del Norte y Corea del Sur.
Otra fotografía histórica que se dio nuevamente en la justa olímpica de Río, fue la protagonizada por la egipcia Doaa Elghobashy, cubierta desde los tobillos hasta la cabeza, mientras que del otro lado está la alemana Kira Walkenhorst vistiendo un bikini. La imagen corresponde al partido de voleibol de playa femenino entre Egipto y Alemania, que resume los contrastes culturales de ambos países.
Durante los Juegos Olímpicos de París, las majestuosas olas de Teahupo’o en Tahití fueron el escenario perfecto para la fotografía que se volvió viral en tan pocos minutos. La imagen, tomada por Jerome Brouillet, fotógrafo de la Agence France-Presse, muestra a Gabriel Medina y su tabla de surf suspendidos en el aire sobre el Océano Pacífico Sur.
En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se presentó uno de los momentos que mejor define el espíritu deportivo, superior al esfuerzo y superior a la competitividad, cuando el qatarí Mutaz Essa Barshim decidió no ejecutar su último salto y compartir la gloria del olimpismo con el italiano Gianmarco Tamberi.
Esta imagen, que se inmortalizó en Beijing 2008, le dio la vuelta al mundo por el entorno que la rodea. En 2007, Matthias Steiner recibió una de las peores noticias: su esposa Susann perdió la vida en un accidente automovilístico, situación que en un principio lo hizo perder peso y su participación en Beijing 2008 estaba en duda. No obstante, el ya nacionalizado alemán sacó impulso y prometió a su esposa que ganaría la medalla de oro en territorio chino. Y así lo hizo, dentro de la categoría de los más de 105 kilogramos cumplió con su promesa una vez que subió a lo más alto del podio, mismo donde Susann lo acompañó.
Durante las rondas preliminares de los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, Greg Louganis se golpea la cabeza contra el trampolín al ejecutar un salto en el trampolín de 3 metros. A pesar de la lesión, la cual requirió de sutura, no sólo completó las preliminares, sino que ganó la medalla de oro.
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