Conflicto social, deporte e innovaciones, así fueron los JJOO de México 68

Conflicto social, deporte e innovaciones, así fueron los JJOO de México 68

Foto: X / @cdmexeneltiempo

En todo el mundo sigue el ambiente de fiesta por la celebración de los Juegos Olímpicos de París 2024, pues a menos de una semana están en su momento de mayor furor entre los aficionados. Como cada cuatro años, las olimpiadas reviven los recuerdos y la emoción de lo que aconteció en ediciones anteriores, como el caso de México en 1968, una de las más memorables del siglo XX.

 

Los Juegos Olímpicos de la Ciudad de México en 1968 fueron un caso especial, pues en lo deportivo se recuerdan actuaciones memorables en distintas disciplinas e innovación tecnológica para el desarrollo de las competencias. Esas olimpiadas fueron un antes y un después, pues el país atravesaba por momentos de tensión y crisis social derivado de los movimientos estudiantiles de la época.

 

El desarrollo de las olimpiadas en México

 

La inauguración de los Juegos Olímpicos fue uno de los primeros hechos históricos, pues en ese entonces la encargada de encender el pebetero fue la vallista mexicana Enriqueta Basilio, convirtiéndose en la primera mujer en encender la llama olímpica.

 

En cuanto a lo deportivo, la elección de la CDMX fue una decisión controvertida por la altura, que es de 2,3000 metros sobre el nivel del mar, lo que para muchos significaba un problema de rendimiento y, al mismo tiempo, una ventaja para los mexicanos en varias disciplinas. Finalmente, la decisión se ratificó y México se convirtió en la primera ciudad de Latinoamérica en albergar unas olimpiadas.

 

 

 

Contrario a lo que auguraron, los deportistas no tuvieron problemas de desempeño e incluso se rompieron múltiples récords a lo largo de la justa. Por ejemplo, Debbie Meyer, nadadora estadounidense, impuso marcas en los 200 metros con 2.10’5 minutos, en los 400 con 4.31’8 minutos y, por si fuera poco, en los 800 metros con tiempo de 9.24 minutos, todo en estilo libre.

 

Otro estadounidense sobresaliente fue James Hines, corredor que estableció el récord de 9.95 segundos en los 100 metros planos. Uno más fue el de Bob Beamon, quien maravilló al mundo con el llamado “salto del siglo” en longitud, pues dio un salto de 8.9 metros, un récord mundial que nadie pudo romper en 30 años.

 

No conforme con esto, también hubo una nueva marca en la competencia de salto de altura. El encargado de establecer dicho récord fue Dick Fosbury, también de Estados Unidos, quien saltó 2.24 metros, siendo, en su momento, marca mundial.

 

 

 

El medallero estuvo dominado por las potencias habituales, EU en primer lugar con 107 medallas, la Unión Soviética con 91 y Japón en tercero con 25 preseas. En el caso de México, ser local también representó su mejor desempeño en la historia de las olimpiadas, toda vez que se conquistaron nueve medallas: tres oros, tres de plata y las otras tres de bronce, la mejor marca hasta la fecha.

 

La logística también fue un hecho único en las inauguraciones, ya que el itinerario de relevo de la antorcha olímpica se hizo trazando la ruta del primer viaje desde España al Nuevo Mundo por parte de Cristóbal Colón. El recorrido incluyó tres sitios clave: Génova, donde nació Colón; Palos de la Frontera, donde zarpó desde España; y San Salvador, la primera tierra a la que llegó.

 

En esta edición de los JJOO también se vieron múltiples innovaciones deportivas y tecnológicas. Ese año se empezaron a usar las pistas de material sintético conocido como “tartán”. Por primera vez en la historia los tiempos en atletismo, ciclismo, remo, piragüismo, natación y equitación se midieron con relojes electrónicos. Por si fuera poco, se implementaron los medidores en natación con los que se registraba el orden en que llegaban los nadadores.

 

Además, también fue la primera ocasión en que se hicieron pruebas de dopaje a los competidores, en las que buscaban rastros de sustancias como narcóticos y estimulantes ilegales. También fueron las primeras olimpiadas que se transmitieron por televisión satelital a color con cobertura mundial, algo que no se había visto en otras ediciones.

 

No obstante, lo deportivo no fue lo único por lo que destacaron esos JJOO, pues en esa época México atravesaba por una crisis de descontento social encabezada por los movimientos estudiantiles. La inauguración de los juegos fue el 12 de octubre, exactamente diez días después del que quizá es el acto de represión más recordado en la historia del país, la matanza de Tlatelolco.

 

 

 

La razón de que iniciaran los grupos de protesta fue porque el 22 de julio se dieron actos de represión a estudiantes universitarios por parte de la policía. Tras una serie de peleas y enfrentamientos entre alumnos, la fuerza pública se encargó de disipar los disturbios haciendo uso excesivo de fuerza, con gas lacrimógeno y detenciones arbitrarias, lo que causó manifestaciones en contra del gobierno.

 

El movimiento estudiantil de 1968 lo iniciaron alumnos y profesores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Posteriormente se sumaron estudiantes de otras instituciones, obreros y demás trabajadores, así como personas de diferentes círculos sociales que estaban inconformes con el gobierno de Gustavo Díaz Ordáz.

 

El 26 de julio se dio la primera gran manifestación en la que participaron estudiantes e integrantes del Partido Comunista de México. El bloque iba con rumbo al Zócalo de la capital, pero nunca llegó porque fueron interceptados por la policía, quienes una vez más reprimieron la protesta, dejaron cientos de heridos y detuvieron a los estudiantes, incluso cuando trataron de esconderse en las casas de la zona.

 

En respuesta, un día después el movimiento tomó las instalaciones de la UNAM, lo que llevó a Díaz Ordaz a convocar al ejército el 30 de julio para retomar el orden en dicha universidad. La tensión siguió escalando por meses, sumando otros actos de represión por parte del gobierno y otras escuelas en favor de los universitarios.

 

 

 

En este contexto, poco a poco se acercó la inauguración de los juegos olímpicos, una celebración que también fue abordada en los reclamos estudiantiles. El movimiento criticó lo innecesario que era albergar un evento de tal magnitud ante las evidentes necesidades y urgencias que había en el país, además de que se trataba de dar una imagen irreal de México ante el mundo.

 

Los reclamos y las protestas no cesaron y finalmente llegó el día, el 2 de octubre de 1968. En una congregación donde hubo cerca de 8,000 estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, los manifestantes se reunían hasta que el ejército siguió la orden de abrir fuego para disipar la protesta, dejando un total de 20 muertos según cifras del gobierno, aunque otras estimaciones apuntaron a más de 300, todo a diez días de la inauguración de las olimpiadas.

Notas Relacionadas