El serbio Novak Djokovic venció este lunes en sets corridos (6-1, 6-4) al español Rafael Nadal en la segunda ronda del tenis masculino de los Juegos Olímpicos de París 2024 y, de paso, le enseñó el camino del retiro, porque ni la tierra batida de la pista Phillipe Chatrier pudo salvar al ibérico de una derrota ante su rival.
Nadal salió a la pista perdido, a merced de su rival, el más difícil que se encontró en su carrera y, de milagro, no se llevó un rosco en el primer set. Con 5-0 en contra defendió con eficacia su servicio y se anotó el único punto de la manga. Parecía que el balcánico lo iba a arrollar en toda la línea, pero Nadal es Nadal y la Phillipe Chatrier su pista favorita y aún quedaba mucho por delante.
Sin embargo, el segundo set arrancó de manera similar. Djokovic se adelantó por 4-0. Parecía que el fin estaba cercano, que el español arriaría la bandera, pero esos olvidaron que durante toda su carrera jamás se entregó sin pelear y lo volvió a hacer. Desde ahí quebró dos veces y logró un empate 4-4 para sacar e intentar ponerse por primera vez por delante n el partido.
Con Nadal al saque, Djokovic tuvo cuatro veces oportunidad de quiebre y a la última consiguió la rotura, que puso el set a punto de mate y también el partido. Solo necesitaba hacer valer su servicio, y lo consiguió, no sin antes encontrarse una férrea oposición del español.
La victoria de Nole dejó claro que sigue habiendo gran rivalidad entre ambos, pero que no están al mismo nivel. Uno, el vencedor, aun sigue en lo más alto, y el otro parece que se arrastra por el circuito con la intención de alargar una carrera que ha llegado al final.
Antes de París 2024, ambos jugadores se habían enfrentado en 59 ocasiones, con 30 triunfos para Djokovic y 29 para Nadal. Ahora tiene dos victorias a favor el balcánico, pero es muy posible que nunca más vuelvan a verse las caras en la pista.
Djokovic busca su primer oro en Juegos Olímpicos. A Nadal le queda aún la opción del doble, que juega junto a Carlos Alcaraz. Pero el ibérico ganó dos medallas de oro olímpicas, una de ellas en Pekín 2008, al imponerse en la final al chileno Fernando González, y otra en dobles en Río de Janeiro 2016, junto a Marc López, al dominar por el trono a la pareja rumana integrada por Florin Mergea y Horia Tecau.