Desmintiendo mitos: ¿la actividad sexual afecta el rendimiento de los atletas?

Deportistas de diversos países que participarán en los Juegos Olímpicos de París 2024 mostraron a través de sus redes sociales cómo están hechas las famosas "camas antisexo" de la Villa Olímpica.

El atleta irlandés Rhy McClenaghan publicó un video mostrando la resistencia de la cama. En las imágenes ejecuta una serie de saltos y volteretas para demostrar la resistencia de estas camas de cartón reciclable.

Por su parte, la kayakista mexicana Sofía Reynoso mostró en sus redes sociales las habitaciones de la Villa Olímpica que, por segunda ocasión, están amuebladas con camas fabricadas de cartón.

El nadador británico Tom Delay, también publicó un video en el cual se observa la composición de la cama y comprueba la resistencia al saltar sobre ella sin que se quiebre.

Estas camas hicieron su aparición en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y fueron denominadas “antisexo” después de que el corredor estadounidense Paul Chelimo subió unas fotos a su cuenta de X asegurando que estaban hechas para evitar la intimidad entre los atletas, ya que solo podrían soportar el peso de una sola persona y así evitar situaciones más allá de lo deportivo.

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Pero… ¿cómo influye la actividad sexual en el rendimiento de un atleta?

Considerado durante mucho tiempo el enemigo de los deportistas, el sexo se ha convertido casi en un aliado, una fuente de felicidad y de noches de descanso. Sin embargo, sigue existiendo la creencia de que la abstinencia sexual hace a los deportistas más agresivos, más decididos, más concentrados y potencialmente, más exitosos.

Se tiene la creencia que el orgasmo y la eyaculación reducen los niveles de testosterona y, por tanto, la fuerza y la energía. Además, se dice que el acto sexual reduce el deseo de ganar.

El mito de que el sexo es malo para el rendimiento deportivo, adoptado por muchas personas en el mundo del deporte, podría no desaparecer. Sin embargo, biológicamente el sexo es bueno para la salud, ya que las hormonas de la felicidad, dopamina endorfina y serotonina, que se segregan durante el coito, dan paso a una auténtica sensación de bienestar.

Durante el coito también se produce la prolactina, la hormona de la relajación, por lo que desde el punto de vista deportivo, no es recomendable hacerlo justo antes de una competencia. Sin embargo, la prolactina permitirá dormir bien, y por consiguiente tener un mejor rendimiento, tomando en cuenta que el sueño es muy importante para un deportista.

Desde un punto de vista fisiológico, se podría concluir que la actividad sexual la noche anterior a una competición no afectaría al rendimiento. Sin embargo, diversas investigaciones se han centrado en los efectos fisiológicos de las relaciones sexuales previas a la competición, que sólo podrían reducir el rendimiento si la actividad conduce al agotamiento, pero si se toma en cuenta que una relación sexual normal consume entre 25 y 50 calorías, el equivalente energético de subir dos tramos de escaleras, y que algunas alcanzan picos de no más de 100 calorías, es dudoso que mantener relaciones sexuales la noche anterior a una actividad competitiva afecte al rendimiento.

La investigación científica aún no es concluyente en cuanto a qué parámetros fisiológicos, metabólicos o sicológicos pueden verse influidos positiva o negativamente en el rendimiento de actividades deportivas exigentes después de mantener relaciones sexuales. En general, la mayoría de los estudios parecen descartar un impacto directo de la actividad sexual en el rendimiento atlético aeróbico y de fuerza.

Un aspecto muy importante a destacar es el intervalo de tiempo entre el acto sexual y el momento de la competición, ya que puede impactar negativamente si es inferior a dos horas. Algunos estudios muestran anecdóticamente que, si se respetan las 10 horas previas a la competición y no se altera la rutina individual, el acto sexual podría tener un efecto positivo.