Durante la tercera edición del Tianguis Turístico Internacional, que se llevó a cabo en San Antonio Texas, El Alto, San Francisco, Analco y La Luz recibieron la distinción de Barrios Mágicos de Puebla.
Este distintivo, que reconoce a localidades con encantos como gastronomía, cultura y productos en contextos urbanos, lo otorgó el titular de la Secretaría de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués.
Pero este nombramiento no fue del agrado de varios poblanos, quienes se manifestaron a través de las redes sociales criticando que estos lugares se distinguen más por la inseguridad que prevalece a cualquier hora del día, que por sus “encantos”.
Los comentarios no son nada positivos, por ejemplo: "Si quitan a tanto ratero de ahí que vende droga, posiblemente, porque sí son barrios muy icónicos y bonitos sobre todo" o "Primero que le ponga luz al mercado del Alto porque esta muy oscuro, los baños muy sucios y no hay agua ni jabón para el lavado de manos. Así es que, por favor, los encargados se fijen en esos detalles que tanto hacen falta".
También los hay sarcásticos como "Mágico porque desaparecen las cosas", "Muy mágico, entras con el coche completo y desaparecen las llantas y los espejos", "Con tantos delincuentes, entre checadores, franeleros, limpiaparabrisas, pinta baches, comerciantes van a ser magia con sus pertenencias y a tus autos ni se diga, te lo desaparecen por partes... Esos barrios ya son mágicos porque desaparecen tus pertenencias".
Esas son sólo algunas de las expresiones que los ciudadanos dieron en torno a estos barrios, lugares que por cierto, a través del Festival Ciudad Mural Puebla 2022, trataron de embellecer con coloridos murales, con el propósito de atraer más visitantes, recobrar la confianza ciudadana y la seguridad en estos barrios, pero que en voz de los propios poblanos esta acción fracasó.
La realidad que se vive en estos barrios es muy distinta a los coloridos murales que trataron de esconder lo que se vive a diario. Tan sólo al inicio de este año, en el barrio de Analco fue clausurado un antro, donde hacían concursos que involucraba la desnudez de los jóvenes participantes a cambio de una botella.
También han sido constantes las denuncias de asaltos a jóvenes y maestros que transitan diariamente por estas calles, donde se ubican algunas instituciones de nivel superior.
El mercado Carmen Serdán, mejor conocido como "La Acocota", que se ubica en el barrio de la Luz, ha sido señalado continuamente como un punto importante de narcomenudeo.
Además, los locatarios han acusado que son extorsionados con el derecho de piso y sin faltar asaltos y robo de autopartes.
El mercado de comida y música típica "El Alto", mejor conocido como Garibaldi, es sin duda un lugar típico en el cual muchos turistas asisten para degustar la gastronomía poblana. Sin embargo, en esta zona han ocurrido varios asaltos y robo de autopartes, con la complicado de la inseguridad y la falta de vigilancia. Sin dejar de lado que muchas veces los asistentes hacen de la vía pública un baño público.
Y a escasos metros, en la parte trasera del Paseo de San Francisco, los franeleros y el ambulantaje han tomado las calles, haciendo imposible el tránsito. Y por las noches, esa zona se convierte en una boca de lobo, donde ni el más valiente se atreve a cruzar. El robo de autopartes predomina en esta zona, ya que en ella hay oficinas gubernamentales, por lo que hay una importante presencia de vehículos.
Sin duda, el poligonal donde se ubican estos cuatro barrios es una zona donde la delincuencia se resiste a dejar sus dominios, a pesar de los esfuerzos que se han implementado.